Movimientos sociales convocaron este fin de semana a la población a una jornada de protestas este fin de semana, denominada “Nicaragua exige justicia, vida y libertad”. La primera actividad será una marcha nacional el sábado y el domingo se realizará una carrera de cinco kilómetros.
La marcha del sábado es para exigir la justicia y la liberación de los ciudadanos que están detenidos o enfrentan juicios por haber participado en las protestas en contra del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Está convocada para las 2:00 de la tarde y su punto de concentración la rotonda Jean Paul Genie y recorrerá hasta la Catedral Metropolitina, en Managua.
Asimismo, el domingo se llevará a cabo la “Carrera de 5 kilómetros, corriendo o pedaleando”, a las 9 de la mañana saliendo de la rotonda Jean Paul Genie, en carretera a Masaya.
Las movilizaciones se replicarían en los diferentes municipios del país para que la ciudadanía siga exigiendo pacíficamente en cese de la represión y un cambio de Gobierno inmediato.
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Ola de persecución
En una conferencia de prensa, el grupo de organizaciones sociales denunciaron que la dictadura orteguista ha impuesto una ola de terror y persecución es en todo el país, aunque más radicalmente en los municipios de Masaya, León, Jinotepe, Diriamba, Matagalpa, Jinotega y el Caribe, lugares que han enfrentado la brutal represión armada de paramilitares y antimotines por ser bastiones de la resistencia ciudadana en contra del gobierno.
Desde el 18 de abril en Nicaragua existe una jornada de protesta, que inició en contra de una fallidas reformas a la Seguridad Social, pero que por brutal represión con grupos de la Policía y paramilitares contra las manifestaciones pacíficas, lideradas por los estudiantes y universitarios, ahora la protesta es para que haya un adelanto de las elecciones presidenciales.
Más de 400 ciudadanos fueron asesinados desde el 18 de abril hasta el 25 de julio, según el reporte de organismos nacionales de derechos humanos, aunque el ejecutivo solo admite 197. La represión del Gobierno ahora es la detención y juicios contra los manifestantes acusándoles de terrorismo. Muchas familiares de detenidos e incluso varios de los apresados, y que luego han sido liberados, han denunciados torturas para hacerlos confesar crímenes.
“El régimen Ortega-Murillo comete dos arbitrariedades. Por un lado la ciudadanía es intimidada, amenazada y secuestrada por fuerzas paramilitares auspiciadas por el Gobierno y cuentan con el apoyo de la Policía y actuando con total impunidad, incluso saqueando los hogares de las personas”, es parte de la denuncia leída por los movimientos sociales.
Otra de las “aberraciones”, dijeron, es “inventar situaciones de culpabilidad a los prisiones y prisioneras y los llevan a tribunales bajo el control del régimen”. Denuncian que les obligan a “acusar al estudiantado y a la población son los que los aprendieron ilegalmente o los torturaron en las masmorras” de las cárceles del régimen Ortega-Murillo.