Oswaldo Canizales fue esposado este jueves a la tina de una patrulla policial y luego arrastrado por unas tres cuadras en las calles de Jinotepe, Carazo.
El hecho ocurrió este jueves después de haber sido detenido de forma arbitraria por la Policía. La detención de Canizales coincide con una serie de redadas y secuestros en diferentes partes del país, pese al llamado de un grupo de expertos de derechos humanos de las Naciones Unidas que exhortaron al Gobierno a detener “la cacería de brujas”.
“Los informes indican que ha aumentado la represión selectiva, la criminalización y las presuntas detenciones arbitrarias, lo que está creando una atmósfera de temor e incertidumbre entre diferentes comunidades y entre los representantes de la sociedad civil en el país”, señalan los expertos de la ONU.
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Horas después el jefe de la Policía de Jinotepe, comisionado mayor Pedro Argueta, dejó en libertad a Canizales, pero con la condición a la familia de grabar un video y subirlo a las redes sociales para demostrar que Canizales ya estaba en libertad, aseguró su esposa Aída Hernández. Canizales presentaba huellas en las muñecas por las esposas.
Hernández supuso que el ensañamiento de la Policía con su familia es por las denuncias que han realizado por el arresto y desaparición de sus hijos.
El 8 de agosto Hernández denunció en LA PRENSA la detención de su hijo Vidal José Canizales Hernández, a finales de julio y la desaparición hace más de un mes de Jeison Antonio. “Ya tienen digamos a dos de mis hijos y ahora él, yo no sé hasta dónde (van allegar), ¿quién nos puede ayudar para parar todo esta ola de violencia que estamos pasando? Ya los niños están traumatizados solo son llanto, después de todo lo que está pasando”, dijo la esposa de Canizales.
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Hernández preguntó: “si es prohibido denunciar ¿quién va a responder por todas las arbitrariedades que están haciendo ellos?”.
En uno de los videos grabados por la hija de la víctima aparece Canizales esposado a un costado de una patrulla policial en movimiento. “Miren cómo están arrastrando a mi padre, mírenlo”, grita la hija de la víctima, quien viste una camiseta azul y un pantalón color crema.
Según Hernández, Canizales demandó que les presentaran una orden de captura, pero los policías no lo hicieron y ante su resistencia más bien lo esposaron a la patrulla. Hernández dijo que lo común en esa localidad, en los últimos días, ha sido que no les muestran a los detenidos ninguna orden de captura “solo vienen y secuestran a la gente”.
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La esposa de Canizales aseguró que en Diriamba prácticamente sufren un estado de sitio donde antes de las 5:00 de la tarde los ciudadanos se encierran en sus casas, ante el temor que enfrentan. Ella tiene conocimiento que en lo que va de la presente semana al menos cinco personas han sido sacadas de sus casas de forma arbitraria.
Los defensores de derechos humanos Marcos Carmona y Gonzalo Carrión cuestionaron el procedimiento arbitrario y ensañamiento con que actúa la policía del régimen.
Carrión, abogado del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), considera que el hecho está asociado a que Canizales ha estado denunciandola desaparición de sus hijos.
“Se ensañan con el que hable, con el que aboga por los detenidos”, sostuvo Carrión, tras referir “no les basta que allí (Carazo) está arrasado porque los jóvenes andan huyendo y los padres son los que elevan la voz, expresan las preocupaciones, tiene el sentido de silenciar por completo, esta es la etapa que por contenido no hay tal normalidad”.
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Por tanto, dijo Carrión, esto representa que el peligro persiste pues las operaciones de captura, “las cacerías”, continúan” y el fin es “silenciar a todo mundo, es una ofensiva del Estado, con toda la fuerza de la represión”.
En las redes sociales se ha denunciado una serie de hechos que demuestra la cacería de la Policía, uno de estos ocurrió en Villa Progreso, donde uno de los arrestados fue Jonathan Bonilla.
Allí la Policía junto a paramilitares irrumpieron su vivienda, se lo llevaron sin ninguna justificación, “buscaron armas” y no encontraron nada, mientras en otra zona detuvieron a ocho jóvenes más.
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También fue denunciada la detención en la frontera sur, del estudiante del FAREM-Matagalpa, Bayardo Siles, quien iba hacia Costa Rica.
Más tarde este mismo jueves la población fotografió a policías cuando en el parqueo de Multicentro Las Américas, detuvieron a dos personas y se las llevaron con todo y compras.
Los hechos contradicen cualquier supuesta normalidad, “agudiza el problema y le siguen echando leña al fuego con esa represión feroz”, sostuvo Carrión.
Contra voces críticas
“Nos preocupa que estos patrones de represión de la disidencia se estén expandiendo y sean indicativos de una política implementada por las autoridades para erradicar las condiciones estructurales que apoyan la existencia de voces opositoras y críticas”, expresaron los expertos de Naciones Unidas, que recuerdan que “nadie debe ser detenido por el ejercicio de sus derechos humanos”. En una nota de prensa emitida por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, destaca que las preocupaciones se acentúan por el nivel de impunidad en torno a las violaciones de los derechos humanos, entre las cuales se cuentan actos de violencia de género contra mujeres defensoras perpetrados por agentes del orden público y paramilitares.