Aunque no faltó el alcohol y el baile que desata las bandas filarmónicas, el regreso de la imagen de Santo Domingo de Guzmán a Las Sierritas estuvo marcado por una devoción que no se veía en los últimos años.
Desde antes que iniciara la misa matutina en la iglesia que lleva su nombre y está ubicada en el antiguo centro de Managua, los rezos y cantos a Minguito prevalecieron y fue hasta que salió del templo que explotó el baile alrededor de la imagen, custodiada por los comités de cargadores y no por policías.
A Juana Martínez, devota de Santo Domingo desde hace 46 años , incluso le asombró el ambiente de devoción con que empezó el viaje de regreso del patrono de los managuas a Las Sierritas; “la verdad es que tenía muchos años de no ver que la religiosidad pasaba encima del alcohol”, reconoció.
Respecto a esta devoción, Juan José Colato Nolasco, uno de los mayordomos y párroco de la iglesia Santo Domingo, situada en el casco histórico de la capital, explicó que tuvo que ver la situación actual del país porque “el pueblo quiere paz, demanda la paz cívicamente y pide que no haya derramamiento de sangre”.
En los días que la imagen estuvo en la parte baja de Managua, Colato Nolasco aseguró que llegaron personas mostrando su dolor por la pérdida de familiares, que están detenidos, han sido torturados o tenido que salir del país por la misma persecución del gobierno.
Limpieza impecable de la Alcaldía
Pese a que este año la Alcaldía de Managua no tuvo el protagonismo en Santo Domingo de Guzmán, al no recibir la mayordomía la alcaldesa Reyna Rueda, igual destinó operarios y maquinaria suficiente para limpiar las vías una vez que pasaba la procesión.
Los trabajadores de la Dirección de Limpieza Pública de la comuna incluso estuvieron listos antes de que pasara la imagen, para que una vez avanzara retiraran inmediatamente la basura que quedaba.
En todo el regreso a Las Sierritas estuvo presente la Policía Nacional, pero a una distancia prudencial con el dedo puesto en el gatillo; también cerrando las vías por donde avanzaba la procesión.
Cruz Roja Nicaragüense con 80 voluntarios
Igual al 31 de julio y 1 de agosto, ayer la Cruz Roja Nicaragüense brindó atención a toda la procesión, con 80 voluntarios.
En el inicio de la procesión, Auner García, director general de la Cruz Roja Nicaragüense, dijo a LA PRENSA que había habilitado varios puesto de atención, con la suficiente cantidad de unidades para realizar traslados de pacientes de ser necesario.
Al haber llegado a la iglesia de Las Sierritas se desconocía la cantidad de atenciones de la Cruz Roja, pero lo que prevalece es insolación y pérdida de niños.
Cambios para este 2018
Por la misma crisis sociopolítica del país, el comité organizador de Santo Domingo de Guzmán, decidió cancelar la Roza del camino, que consiste en realizar una procesión de Las Sierritas a la Cruz del Paraíso el último domingo de julio, para entregar la tajona al mayordomo; además rememora los tiempos en que los campesinos cortaban la maleza del camino de tierra para que pasara la imagen.
Otro cambio fue no entregarle la mayordomía a la alcaldesa Reyna Rueda. En este 2018 se entregó a los párrocos Juan José Colato Nolasco y Boanerges Carballo. Santo Domingo de Guzmán baja a Managua el 1 de agosto de cada año y regresa el 10 del mismo.
Ayuda al cacique Mayor
Oscar Ruiz, mejor conocido como Cacique Mayor de Santo Domingo de Guzmán, este 10 de agosto acompañó parte de la procesión pero con dificultad. Sus familiares revelaron lo que era evidente al verlo caminar: está enfermo y necesita operarse de un pulmón. Su familia no tiene el dinero y por eso pide a quien quiera colaborar con dinero. El 10 de agosto de 2016 el Cacique Mayor anunció su retiro al complicarse en plena caminata, pero puede más su devoción que no deja de acompañar la diminuta imagen.