Aunque el Gobierno insiste en mostrar un ambiente de “normalidad” en Nicaragua, uno de sus atractivos más importantes para la población que visitaba los parques del país era la conexión gratuita a Internet, la cual sigue suspendida y es probable que no se reanude.
A los seis días que el pueblo autoconvocado salió a las calles para protestar en contra de la fallida reforma a la seguridad social, el Gobierno bloqueó la señal wifi en los parques de Managua, y en seguida, la acción se replicó en los departamentos del país. El acceso gratis a Internet fue optimizado por el pueblo, que empezó a compartir contenidos que denunciaban la represión, que desde un inicio desató el Gobierno en contra de civiles.
Los parques wifi vieron la luz en el 2015 y fácilmente se expandieron a lo largo del territorio nacional. El discurso gubernamental apuntaba que era una herramienta importante para la educación, y en especial, para que los menores hicieran sus tareas. Sin embargo, el experto en marketing digital, Manuel Díaz, considera que “era una forma barata de complacer a los jóvenes”, quienes supuestamente eran apáticos, pero el problema “es que aparentemente los jóvenes no son tan fáciles de comprar y esto, yo creo que él ya lo entendió, él y ella”- Daniel Ortega y Rosario Murillo-, expresó Díaz.
El beneficio de contar con Internet gratis sirvió para que los centanares de videos y fotografías que mostraban la violencia desmedida por parte de la Policía Nacional en contra de las manifestaciones se volvieran virales, y sirvieran para denunciar lo que en televisión abierta, cuyos canales están bajo el dominio del oficialismo, no se publicaba.
“La batalla política en las redes sociales es totalmente desigual, es diez a uno. El gobierno no tiene ninguna oportunidad de dominar el discurso, es más, vive reaccionado a la defensiva, es una minoría, y en vista de esto, se dio cuenta que daban oportunidad a la población para organizarse, para combatir sus ideas (…)”, valora Díaz.
Parques sin Internet
Después que el gobierno quitó con fuego los tranques dispuestos por la población manifestante, empezó a reparar las calles, convocó a reuniones con comerciantes y artesanos de algunos departamentos, como Masaya, lanzó una campaña para recuperar la industria turística que se fue a pique por la inseguridad que imperan los grupos paramilitares armados, pero no ha dicho una sola palabra de reconectar el Internet en los parques.