Miles de ciudadanos se manifestaron este miércoles en las calles de Managua, Nueva Guinea, Nueva Segovia y otros municipios, para exigir la liberación de más de doscientas personas consideradas presos políticos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ya que están encarceladas y siendo enjuiciadas por delitos como terrorismo, solo por haber participado en las protestas ciudadanas contra el Gobierno.
La marcha nacional “¡Libres se los llevaron, libres los queremos” fue convocada por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y apoyada por el Movimiento Campesino y diferentes organizaciones sociales, como expresión de rechazo a la criminalización de las protestas ciudadanas que cumplen 121 días.
La marcha nacional de este 15 de agosto en Managua recorrió desde la rotonda Cristo Rey hasta la rotonda La Virgen, y empezó poco después de las 10:00 a.m. y finalizó alrededor de las 12:30 del mediodía.
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Durante el recorrido de más de cuatro kilómetros, la población gritaba las consignas recurrentes desde el 18 de abril, cuando estallaron las protestas contra Ortega y Murillo: ¡Pueblo únete! ¡De que te vas, te vas! ¡El pueblo unido jamás será vencido! ¡Justicia y libertad!, además de corear canciones nicaragüenses.
Desde abril, el Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh) registró dos mil personas detenidas por paramilitares y la Policía Nacional en distintos momentos, aunque el organismo actualmente contabiliza que siguen presas 274, entre ellos campesinos, estudiantes y promotores de derechos humanos.
“Ortega ha convertido a Nicaragua en una gran cárcel”, denunció Vilma Núñez, presidenta del Cenidh. La defensora de los derechos humanos afirmó que, de acuerdo con el seguimiento que llevan, “139 personas ya están procesadas” en los juzgados “siendo acusadas por delitos que no cometieron”.
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Organismos de derechos humanos cifran en 448 los asesinatos por la represión a las protestas ciudadanas de parte de paramilitares y antimotines, aunque el Ejecutivo solo admite 198 y culpa a los manifestantes.
Testimonios de horror
En las mantas y fotografías que cargaban los manifestantes se podía ver el rostro de jóvenes que participaron en las protestas contra el régimen; varios de ellos fueron capturados en las calles y aparecieron en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote.
Las madres, esposas, hermanos, primos y demás familiares de los presos políticos encabezaron la manifestación en Managua. Hay casos en que el Sistema Penitenciario La Modelo o en El Chipote solo les han dejado ver una vez a sus detenidos, pese a que algunos llevan más de un mes encarcelados.
Mauricio Antonio Paniagua lleva un mes y 15 días detenido en las celdas de La Modelo. “Él tiene problemas cardiovasculares y sufre de epilepsia, pero no han querido recibirnos su medicina”, afirmó su hermana, quien prefirió no identificarse.
A Mauricio Paniagua lo secuestraron paramilitares al levantar el tranque en Tipitapa. Su hermana asegura que la detención fue a las 4:00 de la mañana. “Lo acusan de terrorismo, pero tendrán que hacer una cárcel más grande porque toda Nicaragua se levantó porque queremos el país que nos merecemos con verdadera justicia”, dijo la joven.
Mariela Cerrato portaba una fotografía de su hija María Adilia Peralta y de su yerno Christian Fajardo. Ambos enfrentan acusaciones por financiamiento al terrorismo, crimen organizado, entre otros delitos.
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Fajardo es uno de los integrantes del Movimiento 19 de Abril en Masaya y fue una de las víctimas de los incendios provocados en esa ciudad por grupos orteguistas; su hotel fue quemado por sujetos encapuchados.
Total aislamiento
Cerrato expresó que Fajardo estaba aislado y que no lo han podido ver, e incluso, en La Modelo no les han recibido alimentos. “Tenemos derecho a verlo, tenemos derecho a pasarles comida, tenemos derechos a que los vea un médico”, reclamó la madre.
La manifestación finalizó en la rotonda La Virgen, donde la población autoconvocada cantó el Himno Nacional y reafirmó su solidaridad con los presos políticos.
En un pronunciamiento, la Alianza Cívica exigió al Gobierno el cese de la criminalización de las protestas, que el sistema judicial deje de actuar como brazo del régimen y que a los presos políticos se les asegure sus derechos a la debida defensa.
Alarma en la marcha
Mientras la marcha finalizaba, un grupo de jóvenes aseguró que dos sujetos que estaban en el costado sureste de la rotonda La Virgen mostraron dos armas de fuego. Al ver dicha acción decidieron cuestionar su actuación.
El reclamo de los jóvenes provocó que uno de los sujetos huyera y el otro, supuestamente, se refugiara en las instalaciones de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) en ese mismo sector. La versión de la Policía Nacional, que es uno de los brazos represivos del Gobierno, cuestionó más bien a los manifestantes.
Campesinos marcharon
Campesinos de diversas colonias del municipio de Nueva Guinea, en el Caribe Sur, marcharon ayer por la libertad de sus líderes campesino Medardo Mairena y Pedro Mena, quienes fueron llevados a los tribunales en Managua, y de todos los reos políticos.
Los manifestantes anunciaron que mantendrán sus marchas pacíficas en Nueva Guinea hasta lograr que el régimen de Daniel Ortega libere a todos los presos políticos cuyo único delito fue participar en las protestas en el país. Los campesinos también marcharon en Nueva Segovia. Encabezada por una caravana de más de 150 motoristas, unas 900 personas aglutinadas marcharon ayer desde la comunidad El Quemazón hasta el poblado del municipio de Santa María para repudiar la represión del Gobierno contra el pueblo.
Acusación policial
En una nota de prensa, las autoridades policiales culparon a un grupo de personas que participaba en la manifestación de haber retenido y golpeado a los guardas Yader Jackson Silva y Julio Mejía Bermúdez, a quienes supuestamente les robaron un revólver 38 marca Tauro, serie NE 956206, propiedad del plantel de Enacal, en Villa Progreso. Esa versión fue desmentida por los manifestantes . Ellos dijeron que dos sujetos llegaron al sector de la rotonda La Virgen y mostraron dos armas de fuego. Un grupo de jóvenes detonó morteros al aire para advertir de un posible ataque contra la marcha y detuvieron a uno de los sujetos, que supuestamente portaba un carné de Policía. Después lo liberaron.
Con la colaboración de William Aragón y José Garth