El miércoles de esta semana fue llevado a los Juzgados el dirigente campesino Medardo Mairena, junto con sus compañeros de clase social y de lucha democrática Pedro Mena y Silvio Pineda, sometidos a un juicio de odio por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Los rostros de los tres campesinos que son víctimas del afán vengativo del régimen orteguista, reflejan el dolor de las torturas, el sufrimiento por los vejámenes carcelarios y por la catástrofe humana que significa estar presos siendo personas honradas e inocentes de los crímenes que les imputan. En sus caras se ve la angustia de la separación de sus familias y de sus compañeras y compañeros de lucha por sus intereses de clase, pero sobre todo por la libertad, la democracia y la justicia, que es la causa de todo el pueblo digno de Nicaragua.
En el rostro de Medardo —quien por invitación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua ha participado en el Diálogo Nacional como representante del campesinado—, se refleja y representa el sufrimiento del pueblo nicaragüense ante la inhumana represión de la dictadura, y la sevicia, como se le llama al grado extremo de crueldad, con la que trata a las desdichadas víctimas de su odio vengativo.
Pero la imagen de Medardo no solo es el retrato de la represión. Es también la representación del heroísmo del pueblo que lucha por la más justa de todas las causas, como es la libertad, por la que vale la pena dar hasta la vida, como decía Don Quijote, y por la cual la gente no cesa de luchar a pesar de la represión asesina, con la convicción de que nunca como ahora la meta ha estado tan cercana.
La poeta y escritora Lourdes Chamorro César, colaboradora de la sección de opinión de LA PRENSA, ha divulgado por medio de las redes sociales un hermoso escrito que vale la pena leer, del que citamos: “Este rostro de Medardo es el reflejo de la maldad de los que lo acusan de terrorista y otros delitos. Es el rostro de la injusticia que se vive desde hace años, elevada a su máxima expresión en estos últimos tiempos. Es el rostro del sufrimiento de los que son humillados, de los torturados… Es el rostro de los que por desear una patria con justicia, democracia y libertad, están sometidos a maltratos inhumanos, viles, inconcebibles…”.
También la poeta y escritora Gioconda Belli ha escrito y publicado en la revista Confidencial, un poema sobre Medardo en cuya parte final dice: “El acusado Medardo Mairena,/ el perfil de las madres desoladas,/ el silencio de los masacrados,/ el grito y la humillación de los torturados,/ la cruz de todas las injusticias/ clama en su rostro.”
Medardo Mairena será condenado, sin duda, porque en Nicaragua no hay justicia y los magistrados y jueces cumplen servilmente las órdenes de una dictadura que vomita odio a la humanidad, detesta la libertad y quiere vengarse de quienes han osado desafiarla.
Pero Medardo está muy por encima de sus verdugos. Medardo es un héroe nacional aclamado por el pueblo que reclama su libertad.