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Dora María Téllez, a la izquierda, participó como guerrillera   del Frente Sandinista en la toma del Palacio Nacional el 22 de agosto de 1978. Aquí a la par de otro miembro del comando: Walter Ferreti, alias Chombo. FOTO: LA PRENSA/Archivo

Daniel Ortega, el mentiroso que intenta venderse como protagonista de la Toma del Palacio

El caudillo y sus más cercanos venden la idea de que él hizo todo.

La toma del Palacio Nacional, que significó un golpe importante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) contra la dictadura somocista, no es un acto que sea recordado con alegría por estos días, ni siquiera por algunos de los que participaron en esa hazaña que, como otras, intentan ser manipuladas por el gobierno para presentar a Daniel Ortega como el único protagonista.

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La exguerrillera sandinista Dora María Téllez, una de las participantes, dice que ya no es posible celebrar el asalto al Palacio, porque 40 años después el país está de nuevo bajo una dictadura.

Y particularmente al general en retiro Hugo Torres, otro de los participantes de aquella hazaña, ya le aburre recordar lo mismo año con año, principalmente ahora que considera que estamos en un momento en que es más importante pensar en el presente del país, con nuevos jóvenes exponiendo sus vidas por la defensa de su libertad y enfrentando al dictador de turno, Daniel Ortega.

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El asalto al Palacio, que es donde sesionaban los diputados durante la dictadura somocista, se realizó el 22 de agosto de 1978, para presionar la salida de Somoza del poder, canjear presos políticos a cambio de la liberación de rehenes del Palacio, la divulgación de proclamas del FSLN, la exigencia de dinero para financiar la lucha sandinista y el cumplimiento de demandas de los trabajadores de la salud y de los maestros, recuerda Téllez.

Torres relata que los dirigentes de la tendencia insurreccional del FSLN, Victor Tirado, Humberto y Daniel Ortega, en consulta con Sergio Ramírez y Herty Lewites, fueron quienes decidieron el asalto al Palacio. Inicialmente se pensó en el comandante Germán Pomares como jefe de la operación, pero prefirieron dejarlo en el Frente Norte, en las fronteras de Honduras. Después pensaron en Edén Pastora, el conocido “comandante cero” precisamente porque así fue su seudónimo en el asalto.

En los últimos años, Pastora, funcionario del Gobierno orteguista, ha dicho que Ortega fue quien dio la orden para el asalto al Palacio.

Téllez opinó que Ortega necesita la construcción de un mito alrededor de su persona, para venderlo como un héroe ante sus seguidores y para eso siempre va haber personas que se presten para mentir, como Edén Pastora, uno de sus colaboradores más fieles.

Todo un equipo

El general en retiro Hugo Torres agregó que no se le puede atribuir esta acción a ninguna persona, porque fue la obra de la organización del FSLN con el apoyo de un equipo que le daba información sobre el Palacio y el movimiento de la Guardia Nacional, además de quienes consiguieron las armas y otra clase de logística. Solo el Comando ejecutor de la acción fueron 24 hombres y una mujer, aseguró Torres. “Esta fue una acción del Frente Sandinista de aquella de época”, dijo.

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