Hasta el 15 de agosto la banca nacional había perdido en depósitos 873 millones de dólares con respecto a marzo, es decir, un mes antes del estallido de la crisis el 18 de abril pasado, según las últimas cifras del Banco Central de Nicaragua. La mayor fuga se continúa dando en los depósitos en dólares, aunque a menor ritmo con respecto a los primeros tres meses desde que inició la inestabilidad.
El problema es que los depósitos en dólares representan el 73 por ciento del total de los depósitos en el sistema financiero nacional.
El saldo acumulado de los depósitos totales al 15 de agosto es de 4,600.1 millones de dólares, de los cuales 3,370.3 millones de dólares son en moneda extranjera y 1,229.8 millones de dólares, el equivalente a los que están en córdobas.
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No obstante, información del Banco Central de Nicaragua (BCN) indica que los depósitos en córdobas en términos dolarizados muestran una variación positiva en la primera quincena de agosto, al pasar de 1,189.5 millones de dólares en julio a 1,229.8 millones de dólares hasta el 15 de agosto, es decir, un crecimiento en el período de 3.38 por ciento.
Este leve crecimiento, sin embargo, ni ha sido suficiente para evitar que comparado con diciembre los depósitos bancarios totales hayan caído 610.7 millones de dólares y 873 millones de dólares con respecto a marzo.
Desde el 18 de abril hasta el 15 de agosto, o sea, en 119 días se perdió en promedio diario 7.34 millones de dólares en depósitos. Aunque si el promedio se saca mensual, el mes con mayor fuga fue junio, cuando en promedio diario salían 11 millones de dólares.
Actividad económica contraída
El economista Luis Murillo señala que el hecho que se sigan fugando depósitos de la banca indica que la actividad económica todavía no arranca y por tanto no se puede hablar de normalidad.
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“Eso ha propiciado que el Estado comience a tomar algunas medidas contra cíclicas, como la disminución del encaje legal y por otro lado darle respaldo a los bancos con los llamados bonos de estabilización; sin embargo, esto genera un problema serio, porque cuando caen los depósitos es indicativo que ha perdido confianza el sistema financiero, a pesar de las medidas que el Gobierno está utilizando para darle respaldo”, sostuvo Murillo.
Asimismo comentó que la caída de depósitos bancarios debilita la confianza del sistema cambiario.
Por su parte, el economista Sergio Santamaría afirmó que la continua salida de depósitos del sistema financiero no solo es consecuencia de la desconfianza que hay en el sistema, sino también de la necesidad de financiar los gastos que hay ahora en los hogares, tras la pérdida de empleo y la caída en la actividad económica.
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“Se ha venido desacelerando la caída, pero se mantiene la tendencia, lo que hay es un entorno extra económico, un entorno político que no permite estabilizar a los agentes económicos en su toma de decisiones, eso lleva a una contracción de la actividad económica”, advirtió Santamaría.
Sistema financiero continúa estable
A pesar de la fuga de depósitos, el sistema financiero nacional continúa estable, señaló recientemente Ovidio Reyes, presidente del (BCN).
“Hemos observado durante las últimas semanas que la reducción de los depósitos que fue alta al inicio de la crisis, ahora se ha estabilizado. Es mucho menos la salida de depósitos. Hemos tenido ya días de crecimiento de depósitos y si hay más actividad económica y si estos indicadores mejoran, entonces, obviamente que esto va a entrar en una franca regularización”, sostuvo Reyes el pasado martes en una conferencia solo con medios oficialistas.
A la fecha el sistema bancario no ha podido frenar la pérdida de depósitos, tendencia que si se mantiene retrocedería a los niveles que se tenían en 2014, cuando el saldo se ubicó en 4,524 millones de dólares.
Reyes dijo en su más reciente informe sobre la situación de la economía que a raíz de la crisis han “estado diseñando políticas en coordinación con la Siboif y del Ministerio de Hacienda para garantizar la estabilidad financiera”.
Economía caerá
Los economistas coinciden en que si la tendencia se mantiene así hasta finales de año, la economía caería hasta un tres por ciento y la única opción que ven para que la situación mejore es que se restablezca el diálogo nacional, ya que la economía en este momento está fuertemente atada a las decisiones políticas, las cuales no son las más acertadas, tomando en cuenta que la crisis ha generado desempleo, la caída de la actividad económica y mucha desconfianza en el sistema. Pese a eso, el Gobierno mantiene una meta de crecimiento del 1 por ciento.