A la frase “Chontales, dónde los ríos son de leche y las piedras de cuajada”, debe agregársele y sus lanzadores de hierro. En especial uno: Erasmo Reyes. Es una máquina sobre la colina, da la impresión de no agotarse y tener baterías eternas. Es el líder del Campeonato de Beisbol Superior con 11 victorias sin derrotas. “No pretendo perder ni un solo juego”, dice el humilde joven campesino de una comunidad llamada Santa Marta en Acoyapa, Chontales.
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Reyes es callado, habla a través de sus gestos y sus actuaciones en el montículo. Se le puede catalogar como un muchacho aventado, quien se juega su futuro todos los fines de semana. Su estatus ha cambiado desde su transformación en figura del equipo siendo el hombre número uno de la rotación. Pero la vida no siempre ha sido de vino y rosas para él. Recuerda como si hubiese sucedido ayer cuando Julio Quiñones, otrora mánager de Chontales, lo dejaba fuera del equipo en sus inicios.
“Para serte sincero yo ya no quería saber nada del beisbol, me había venido de mi pueblo arriesgando todo por hacer el equipo. Esa época era dura porque yo tenía que buscar mi alimentación y donde dormir. Después de quedar fuera recibí una llamada de Quiñones en la cual me dijo: vení te vamos a dar otra oportunidad. Pero tenía que llevar una colilla y mi partida de nacimiento. Yo solo tenía 100 córdobas en la bolsa y Dios colocó a personas en el camino que me ayudaron y conseguí reunir los papeles para poder jugar”, rememora Reyes.
Su mánager, Omar Cisneros, no tiene una sola queja del muchacho de 26 años. “Es disciplinado, entregado, obediente, escucha. Es un campesino ejemplar. Tira lanzamientos que ni él mismo sabe que son porque les dice recta, pero sus pitcheos rompientes son fenomenales y su recta es pesada”, confiesa el estratega que le ha cambiado la mentalidad al equipo chontaleño.
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Erasmo estudió solo la primaria. No hay ni un día que no se dedique al beisbol, a la tierra, al ganado, tareas que siempre ha realizado desde pequeño para ganarse la vida. “He logrado muchas metas, yo estudio mucho a los bateadores y no pretendo perder un solo partido. Cuando estoy bien de mi brazo sin lesiones nadie me detiene”, relata.
La meta principal de Reyes es ser recordado como el lanzador chontaleño con más victoria de todos los tiempos, título en poder de Germán Espinoza conocido como la “Mariposa” por su forma de lanzar con 10 triunfos, seguido por Elvin Jarquín con 93, luego José David Rugama con 73 victorias y un poco más atrás Reyes con 51. “Una vez en Granada, Julio César Raudez me dijo que yo podía ser quien atacara su récord. La verdad que lo veo muy lejos, pero lo voy a pelear”, se reta el mismo pelotero.
El partido ante la costa
Reyes tiene catalogado como su mejor pitcheo el cambio de velocidad, siempre se rasca la cabeza cuando Ofilio Castro está en el cajón de bateo: “Nunca lo domino”, dice y agrega: “También me cuesta Juan Oviedo”. En su memoria atesora un juego contra la Costa Caribe en el cual los venció 1-0. “Era refuerzo del Rivas y uno tiene que demostrar que es bueno para seguir. Tenía las bases llenas y dominé a Campbell, Britton y Sharp. Me sentí grande”.
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Muy concreto a la hora de hablar, Cisneros cree que otra de las claves de su éxito es la frialdad, “es un hombre de hierro”, indica el estratega. Erasmo es el campesino que sin un ápice de temor ha saltado murallas. Siendo un juvenil lo contrataron como bateador en un equipo de Chontales, pero necesitaban a un lanzador y él asumió sin temor, ganando el juego 1-0 y de ahí en adelante, su historia en la pelota la escribe desde la colina. Reyes Quiere ser jugador de la selección nacional, espera ser contratado en la Liga Profesional y ver crecer a su hijo Yordan Erasmo.