Después de 133 días de crisis en Nicaragua, el sector restaurantes y bares sigue teniendo pérdidas, aunque ahora a menor ritmo. Esta situación provocará que al término de este año, las ventas generales de la actividad caigan 40 por ciento con respecto a las del año pasado.
René Hauser, presidente de la Cámara Nicaragüense de Restaurantes y Similares (Canires), informó que la situación ha ido mejorando en los últimos días, al punto que algunos restaurantes han reabierto y otros están analizan la posibilidad de volver al mercado.
Lea además: Canatur: Más del 80% de los pequeños hoteles cerrados por crisis en Nicaragua
“Los primeros 15 días de agosto con respecto al mes pasado hubo un mejoramiento de un cinco o diez por ciento y creemos que si la situación sigue como está, nos vamos a manejar con un 40 por ciento por debajo de las ventas normales, creemos que así se mantendrá el sector”, dijo Hauser.
La caída prevista por el sector implicará una merma de veinte millones de dólares, comparado con lo que lograron en 2017.
También comentó que los bares y restaurantes que estaban en manos de extranjeros permanecerán cerrados por un tiempo, ya que estos se fueron del país debido a la oleada de violencia que se desató en el país.
Lea también: Presidenta de Canatur habla sobre los desafíos del turismo en Nicaragua
No obstante, Hauser señaló que en agosto se ha notado mayor afluencia en los bares en horas de la noche, aunque no más allá de las 11:00 p.m. Antes de la crisis, algunos cerraban hasta el amanecer.
“En la noche hay más lugares abiertos, sobre todo los bares, porque los restaurantes formales todavía están cerrando temprano, igual los locales que están en centro comerciales cierran tipo nueve o diez de la noche”, dijo Hauser.
Por otra parte, Hauser explicó que pese a que el sector presenta una leve mejoría, desde ya siente la presión del salario mínimo que se ajustará este 1 de septiembre, el cual corresponde a un aumento del 5.20 por ciento, (inicialmente el 1 de marzo ya se había aplicado el primer incremento de 5.20 por ciento). El aumento anualizado sería de 10.40 por ciento.
“Esto podría causar mayor desempleo y más éxodo de la mano de obra calificada”, agregó.
Recientemente el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) de junio señaló que la actividad de los hoteles y restaurantes tuvo una caída del 45.9 por ciento, y en términos acumulados la caída fue del 10.8 por ciento.
Este comportamiento sería el resultado de la menor afluencia de visitantes extranjeros y la decisión de los hogares de ser más cuidadosos con el gasto más allá de lo esencial para la casa.
Lea más en: Hoteles en Nicaragua operan a menos del 10% de su capacidad en una economía en crisis
Los hoteles y restaurantes han sido fuertemente afectados porque dependen del turismo extranjero y desde que inició la crisis distintos países pusieron advertencia o alerta de no viajar a Nicaragua, debido a la violencia que se había generado, tras las protestas hacia el régimen del mandatario Daniel Ortega.
Cientos de restaurantes cerraron
Desde la crisis de los 2,500 restaurantes que registra la Cámara Nicaragüense de Restaurantes y Similares (Canires), cerca de ochocientos han cerrado, es decir, un 32 por ciento.
El sector turismo genera anualmente unos 120 mil empleos, de los cuales se han perdido setenta mil empleos entre hoteles, restaurantes y turoperadoras.