Miguel Andújar no iba a ser el tercera base de los Yanquis este año. Pese a batear cuatro cuadrangulares en los cinco primeros juegos en el spring trainning, Brandon Drury era el hombre para la esquina caliente en Nueva York.
Pero Andújar se puso a batear y aunque el 18 de marzo pasado fue enviado a las Menores, siguió con su bate agitado, mientras a Drury se le descubrían problemas de migraña y visión borrosa. Y ahí llegó el chance de Miguel.
Hasta hoy, el nativo de San Cristóbal, República Dominicana, está convertido en el mejor novato de las Grandes Ligas. Es líder en promedio (.300), jonrones (22), impulsadas (74), hits (140) y dobles (37) entre los debutantes.
Su aporte ha sido enorme para los Yanquis, justo ahora que Aaron Judge, Gary Sánchez y Didi Gregorius están lesionados. Y junto a Gleybert Torres (.268, 20 HR y 58 CI), ha formado un dúo explosivo en Nueva York.
Andújar (22) y Torres (20) son la primera pareja de novatos de los Yanquis con 20 jonrones en la misma temporada y son la séptima en la historia de las Grandes Ligas. También la primera desde Joey Votto (24) y Jay Bruce (23) con los Rojos en 2008.
Aún queda todo septiembre para el final de campaña, pero por ahora, Andújar está con un pie adelante de todos los novatos en un año en el que hemos visto buenos talentos presentando credenciales como big leaguers.
En la Liga Nacional, los Bravos tienen al formidable Ronald Acuña con .290, 21 jonrones y 55 remolques. Y más al Este, en Washington, Juan Soto de 19 años, quien lleva .293, 15 palos y 48 empujadas hasta el momento.
Tampa tiene un novato tremendo en el zurdo Ryan Yarbrought (12-5 y 3.75), lo mismo Oakland en Lou Trivino (8-2 y 2.29), pero son los bateadores los que llevan la voz cantante este año.
Andújar es un ejemplo de combatividad y carácter. Ha probado que solo necesitaba un chance y cuando le llegó, estaba listo para aprovecharlo. Ha sido un éxito en la tercera base y el orden al bate.
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