El directorio del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) elegirá hoy una terna de candidatos para la presidencia ejecutiva de la entidad financiera, en sustitución del actual presidente Nick Rischbieth, quien deberá entregar la silla el 1 de noviembre de 2018.
La elección se hace mediante una firma externa del Banco que recibió durante varias semanas las hojas de vida de los aspirantes, quienes tras pasar el proceso de selección suelen recibir el respaldo político de los países para alcanzar la silla presidencial.
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Según fuentes familiarizadas con los organismos financieros internacionales, entre los candidatos que podrían estar en la terna, impulsada por Nicaragua, está Francisco Mayorga Balladares, expresidente del Banco Central de Nicaragua.
Actualmente Mayorga es aliado de Daniel Ortega y representante del Gobierno ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); también estaría aspirando a la silla que quedará vacante en noviembre, Manuel Coronel Novoa, representante gubernamental ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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Mayorga Balladares, también expresidente del Banco del Café, fue procesado por supuestamente haber cometido los delitos de estafa y defraudación entre otros delitos por la quiebra de esa entidad bancaria en el 2001. El expediente se ventiló en el Juzgado Sexto Distrito del Crimen de Managua, ante la juez Rosario Altamirano, sin embargo en julio del 2003 fue puesto en libertad, después que un jurado de conciencia lo declaró no culpable.
LA PRENSA intentó comunicarse con Mayorga pero este, vía correo electrónico dijo que se encontraba fuera del país, pero que prometía responder las consultas sobre su aspiración este fin de semana. Este Diario no pudo contactar a Coronel Novoa.
Le darían oxígeno a Ortega
De materializarse las posibilidades de los candidatos cercanos a Ortega, este tendría una voz amiga en el BCIE, algo que sin duda busca pues su gobierno está cada vez más aislado en el plano internacional desde el 18 de abril cuando los nicaragüenses salieron a protestar por reformas unilaterales al Sistema de Seguridad Social; reformas que posteriormente fueron retiradas, pero por la fuerza mortal con la que Ortega reprimió las manifestaciones estas se han transformado en demandas para que la familia presidencial Ortega-Murillo salga del poder.
El miércoles la Oficina del Alto Comisionado para Derechos Humanos de Naciones Unidas publicó un informe que tiró por la borda la versión oficialista de que las protestas eran “un intento de golpe de Estado” y confirmó la masacre que han sufrido manifestantes opositores desarmados cuyas muertes ya se contabilizan por encima de las 400.
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La violencia gubernamental ha hundido al país en una crisis económica de tal magnitud que el PIB podría contraerse hasta 5.6 por ciento este año, luego de un crecimiento de 4.9 por ciento el año pasado y una expansión promedio de 4.5 por ciento en el último quinquenio.
BCIE, fiel suplidor de dinero a Ortega
Luego de la desaparición de la cooperación venezolana, la dependencia del Gobierno en los organismos financieros internacionales ha crecido.
Entre 2013 y 2017 Nicaragua obtuvo en desembolsos promedio anuales 189.6 millones de dólares. En la nueva estrategia país, recién aprobada, se espera que estos desembolsos por año se incrementen a 320 millones en el quinquenio 2018-2022.
El directorio pasará la terna a la Asamblea de Gobernadores del BCIE que en octubre se espera elija al nuevo presidente para tomar posesión en noviembre.
Voces que piden no dar dinero a Ortega
El financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial podría verse afectado como una consecuencia de la represión que el gobierno de Daniel Ortega ha ejercido contra la ciudadanía, ya que desde el congreso de los Estados Unidos cada vez se escuchan más voces de representantes y senadores republicanos y demócratas que llaman a un corte de esos financiamientos como sanción ante el proceder de Ortega y su gobierno.
Nicaragua adeuda al BID y Banco Mundial 2,591 millones de dólares, lo que presenta más de la mitad de los 3,877.8 millones de dólares que se debe a las multilaterales, según cifras del Banco Central de Nicaragua.