Mientras a Cristiano Ronaldo los fines de semanas se le hacen amargos por no encontrar la portería, el Real Madrid fabrica goles en cascada. Como decía el cronista de Marca, Jesús Sánchez, después del partido contra el Girona la pasada jornada: el gol es cuestión de todos. Y así continuó una semana más. Los blancos son un coro bien afinado alcanzando hasta las notas más agudas, saben hacerlo todo: apretar cuando el encuentro lo exige, tocar cuando hay que descansar un poco, abrumar cuando se coloca el modo embestida y marcar cuando la afición lo pide.
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4-1 fue la dulce venganza contra el Leganés en el Santiago Bernabéu. La última vez que ambas escuadras se habían enfrentado fue en la Copa del Rey, competición en la que los “pepineros” eliminaron a los merengues. En los primeros 20 minutos el Madrid creó un puente entre la espectacularidad, eficacia e invencibilidad. Bale (17′) abrió las redes tras un pase de cabeza de Carvajal, sin embargo tras el error de Casemiro haciendo falta en el área el Madrid se trabó. Carrillo (24′) empató de penalti y le daba vida al Leganés, desaparecido en casi todo el juego.
En la segunda parte la tropa de Lopetegui ausentó por completo a los visitantes. Benzema activó su modo goleador porque el de colaborador y pasador ya lo tenía. Al 48′ Asensio envió un centro mortífero y de cabeza regresó a la ventaja a los suyos. Hubo un tiempo de revisión en el VAR por el forcejeo con Silva, pero se hizo justicia. Además, el francés tenía más cartuchos en su escopeta y en una jugada integral (61′) llena de toques comenzada por Asensio, seguida por Bale, continuada por Marcelo y Modric, Benzema cruzó a Cuellar con su pierna derecha dejando el partido 3-1.
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En una alineación que raramente Isco no fue titular, cuando entró dinamizó aún más al Madrid y dejó destellos de su magia. Courtois no fue exigido y nada pudo hacer en el penalti. Mientras que Sergio Ramos volvió a mostrar su sangre fría (66′) con un gol de penalti tras una falta sobre Asensio. Este Madrid no solo gusta, sino enamora pero todavía faltan las pruebas reales contra conjuntos de primera categoría. No obstante, Getafe, Girona y Leganés descansan en paz.