La delegación de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) ya salió de Nicaragua hacia Panamá, este 1 de septiembre, después que el Gobierno de Daniel Ortega ordenara su salida bajo el argumento que “ya cesaron las razones” por las que la misión de la ONU permanecía en el país.
La expulsión de los diplomáticos se da después que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) presentó su informe sobre “Violaciones de Derechos Humanos y Abusos en el contexto de las protestas en Nicaragua” el jueves 30 de agosto, donde detalló las múltiples violaciones a los derechos humanos y constitucionales de los nicaragüenses.
Antes de partir se comunicaron vía telefónica y afirmaron que tienen un “compromiso con el pueblo de Nicaragua” y que “seguirán trabajando en la crisis social de este país desde Panamá”.
También dijeron haberse sentido muy acogidos por el pueblo y dejaban un gran abrazo.
Mientras los cinco miembros de la OEA que estaban en Nicaragua estaban en el aeropuerto internacional Augusto C. Sandino, miembros antimotines de la Policía Nacional estaban apostados frente al hotel Holiday INN, donde estuvieron hospedados dos miembros de dicha organización, aunque trabajadores del hotel afirman que nadie de los diplomáticos se hospedo ahí.
Solicitan regreso a Nicaragua
En el informe de la ONU, que no gustó al régimen de Ortega, se documentan desapariciones forzadas, crímenes de lesa humanidad como la familia que fue quemada en su casa en el barrio Carlos Marx, violación al debido proceso y la obstaculización de la defensa en procesos judiciales.
La noche del 31 de agosto el Grupo de Trabajo para Nicaragua del Consejo Permanente de la OEA publicaron un comunicado de prensa donde solicitan el regreso a Nicaragua de los representantes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos y la eliminación de obstáculos que enfrentan miembros del Mecanismo Especial de Seguimiento para nicaragua (Meseni) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (Giei) a fin de ejecutar sus respectivos mandatos.
Las diligencias del Meseni y el Giei fueron entorpecidas por las autoridades estatales que no les permitieron el acceso a las cárceles de tortura como El Chipote, el Sistema Penitenciario y el ingreso a los juzgados de Managua para presenciar las audiencias contra ciudadanos que participaron en las protestas cívicas contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.