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Plutarco Hernández, Nicaragua, FSLN

Plutarco Hernández, Israel Lewites y Humberto Ortega en octubre de 1977, en Costa Rica. LA PRENSA/ CORTESÍA

Plutarco Hernández, el guerrillero que no llegó a comandante del FSLN

Un guerrillero tico luchó más de 10 años en el FSLN, a la par de Carlos Fonseca y Humberto Ortega. Llegó a ser miembro de la Dirección del FSLN, pero hoy pocos lo recuerdan. Esta es su historia y los motivos de por qué no se convirtió en uno de los nueve comandantes que gobernaron Nicaragua en los ochenta

El costarricense Plutarco Hernández pudo haber sido uno de los nueve comandantes que gobernaron Nicaragua en la década de los años ochenta. En lugar de ello, salió de Nicaragua en agosto de 1979, apenas un mes después que triunfó la Revolución Popular Sandinista.

“Xenofobia”, alega Hernández. “Dijeron que con un extranjero (el mexicano Víctor Tirado López) en la Dirección Nacional era suficiente”, explica Hernández, quien fue miembro del máximo órgano del FSLN a partir de 1974, tras las muertes de Óscar Turcios y Ricardo Morales Avilés.

“No creo que haya habido xenofobia”, explica el exguerrillero y general en retiro Hugo Torres, quien recuerda que hubo ticos muy importantes en el FSLN entre los años sesenta y setenta. “Carlos Agüero era medio tico y medio nica. Su esposa, Ligia Trejos, era tica”, señala Torres, quien considera que la expulsión de Hernández del FSLN pudo deberse más bien a que era un líder descuidado y que había caído en irresponsabilidad. A eso se suma que supuestamente fue uno de los responsables de la única ejecución que se ha admitido dentro del FSLN: la del guerrillero de El Viejo, Narciso “Chicho” Zepeda, muy amigo de Germán Pomares “el Danto”.

Después de haber sido expulsado del FSLN, tras el triunfo de la revolución sandinista, Plutarco Hernández se fue a Costa Rica a hacer política en su país. Durante un tiempo fue embajador de Costa Rica en Rusia, donde de joven estudió economía en Moscú. LA PRENSA/ CORTESÍA/ LA NACIÓN DE COSTA RICA

Con Carlos Fonseca

Para conocer mejor a Plutarco Hernández y su importancia dentro del FSLN hay que retroceder al año 1969, en Costa Rica, cuando conoció a Humberto Ortega Saavedra a través de Denis Campbell, con quien había estudiado en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú. Comenzó a colaborar con el FSLN y le encomendaron ir a recoger a Carlos Fonseca Amador en la frontera tico-nica. Dos días pasó allí pero Fonseca no llegó porque no pudo burlar la vigilancia de la Guardia Nacional.

Luego Humberto Ortega lo mandó a Managua a dejar unas armas y desde entonces quedó trabajando para el FSLN.

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La primera acción importante de Hernández se produce el 23 de diciembre de 1969, cuando junto a Ortega, Rufo Marín y otros asaltan la cárcel de Alajuela para liberar a Carlos Fonseca Amador. En la acción matan a un policía y hieren a otros dos, sacan a Fonseca pero son apresados de nuevo a las pocas horas por trece patrullas de la Guardia tica. Ortega va herido en el pecho y en un brazo.

Un año después todos son liberados luego que Carlos Agüero secuestró un avión con cuatro ejecutivos de la United Fruit, que se llevó en calidad de rehenes a Cuba.

El 27 de enero de 1970 todos llegan a Cuba y allí Hernández recibe entrenamiento político militar y en septiembre de 1972 llega a Nicaragua para incorporarse en la lucha armada contra Somoza.

Conferencia de prensa brindada por Carlos Fonseca en La Habana, tras ser liberados por el comando liderado por Carlos Agüero, en 1970. A la derecha de Fonseca, Humberto Ortega y, a la izquierda, Plutarco Hernández, liberados por el mismo operativo. LA PRENSA/ CORTESÍA/ IHNCA

El caso Chicho Zepeda

De acuerdo con varios historiadores del FSLN, como el propio Ortega, a Hernández le asignan dirigir las escuelas de formación político-militar y lo ubican como jefe del regional de Chinandega.

El propio Hernández cuenta a la revista Domingo que entre 1973 y 1976 se entrenaron en esas escuelas un aproximado de 1,500 guerrilleros. Según Hernández, los guerrilleros que participaron en la toma de la casa de Chema Castillo, en diciembre de 1974, para liberar a varios reos, entre ellos Daniel Ortega, primero pasaron por las escuelas de entrenamiento que él dirigía y luego fueron pulidos por Tomás Borge en una casa en Las Nubes, en El Crucero.

Hernández ya era miembro de la Dirección Nacional del FSLN cuando ocurrió la ejecución de Narciso “Chicho” Zepeda, un guerrillero originario de El Viejo. Según Hernández, Zepeda se había convertido en un criminal y había sospechas incluso de que era soplón porque la Guardia le cayó a una casa de seguridad que Zepeda era el único que conocía su ubicación. “Los cargos contra Zepeda eran un robo de tres mil córdobas que se le habían entregado para la compra de unas pistolas, participación en un robo a la tienda Broadway en El Viejo, participación en el crimen cometido en la persona del norteamericano Stambrich”, escribió Hernández en su libro “El FSLN por dentro”.

La decisión de ejecutar a Zepeda, aclara Hernández, fue tomada en conjunto con otros miembros de la Dirección Nacional, entre ellos Pedro Aráuz Palacios. Para capturar a Zepeda, le tendieron una trampa. Le dijeron que le iban a entregar un dinero y Zepeda acudió a la emboscada. Según dijo Hernández, él no estaba a la hora que lo mataron, solo le informaron que lo habían hecho.
Germán Pomares “el Danto” nunca perdonó que hayan matado a su amigo y compañero de lucha Chicho Zepeda. Muchos sandinistas han expresado que esa ejecución causó mucho daño al FSLN. El mismo Humberto Ortega escribió en su libro La epopeya de la insurrección que junto con Pomares investigaron el caso y llegaron a la conclusión que “Chicho Zepeda fue condenado a muerte injustamente en el regional de Chinandega, que entonces preside Plutarco Hernández”.

Un avión de la línea aérea Lacsa en el que fueron sacados de Cuba los pasajeros secuestrados por Carlos Agüero, en un operativo para rescatar a Carlos Fonseca, Plutarco Hernández y otros. LA PRENSA/ ARCHIVO

Salió sin decirlo

En octubre de 1975, el entonces guerrillero Hugo Torres fue asignado como jefe regional del FSLN en Chinandega. Sucedía en el cargo a Plutarco Hernández. “Después de que me hizo entrega, un día ya no lo vi y el padre Marco Dessi, que era colaborador del Frente, me dijo que Plutarco se había ido a Costa Rica y que lo había ido a dejar el padre José (Álvarez). Eso para mí fue algo irresponsable”, dice Torres.

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El también general en retiro explica que en realidad conoció poco a Hernández. “Era simpático, hablador y educado. Después tengo entendido que hubo problemas con él”, revela Torres.

Algo que aún recuerda Torres es que descubrió que Hernández, cuando era jefe regional en Chinandega, tenía una lista de todos los colaboradores del FSLN con sus nombres reales, sin los seudónimos, algo altamente peligroso de caer esos documentos en manos de la Guardia Nacional.

“No le dije a nadie que me iba”, simplemente dice ahora Plutarco Hernández.

El bus en que fueron llevados al aeropuerto de Managua los reos liberados tras el asalto a la casa de Chema Castillo. Según Plutarco Hernández, él entrenó al comando. LA PRENSA/ ARCHIVO

El ataque a San Carlos

Humberto Ortega quiso reintegrar en el FSLN a Plutarco Hernández, pero estaba difícil porque Germán Pomares no quería ni verlo después de lo de la ejecución a Narciso Zepeda. Sin embargo, en 1976 Ortega logra que Hernández sea reintegrado a la lucha.
Una de las tareas que se le encomendó a Plutarco Hernández fue el ataque a San Carlos, en octubre de 1977. El día 13 atacan el cuartel y Hernández comanda a unos 30 hombres, la mayoría procedentes del archipiélago de Solentiname. Ese mismo día la Guardia Nacional inicia acciones de práctica, que se convierten en reales con el ataque del FSLN.

En la acción en San Carlos caen Ernesto Chato Medrano, Elvis Chavarría, Donald Guevara y Roberto Pichardo. Según Humberto Ortega, “de manera precipitada, Plutarco Hernández ordena la retirada de los insurgentes, quienes regresan a Costa Rica desordenadamente”. Según la historiadora María Dolores Ferrero, Plutarco Hernández “se había dejado vencer por el miedo y había traicionado a sus seguidores. Había huido en medio del combate a Costa Rica y había dejado solos a los demás”.

Los nueve comandantes de la revolución sandinista: de pie, Carlos Núñez, Luis Carrión, Bayardo Arce, Jaime Wheelock, Henry Ruiz y Humberto Ortega. En cuclillas: Tomás Borge, Daniel Ortega y Víctor Tirado. Plutarco Hernández salió de la Dirección Nacional del FSLN en marzo de 1979. LA PRENSA/ CORTESÍA/ IHNCA

Salida definitiva

Aun así, Plutarco Hernández seguía siendo miembro de la Dirección Nacional del FSLN. En 1979 estuvo a cargo de la conformación de la brigada de internacionalistas Simón Bolívar, que llegó a luchar en el Frente Sur junto a Edén Pastora.

“Solo unas horas estuvo conmigo. Lo conocía de soslayo”, confía Edén Pastora sobre Hernández.

En marzo de 1979 los sandinistas decidieron unirse, ya que estaban separados en tres tendencias. En una de ellas, la tercerista, los jefes eran los hermanos Humberto y Daniel Ortega, Víctor Tirado López y Plutarco Hernández. Pero en la reunión de unificación solo iban en la Dirección Nacional tres jefes por cada tendencia. “Decidieron sacarme a mí”, dice Hernández. De no ser así, Plutarco Hernández hubiese sido de los nueve comandantes que gobernaron Nicaragua en los años ochenta.

Cuando huyó Anastasio Somoza Debayle, el 17 de julio de 1979, Plutarco Hernández estaba en Panamá con rumbo a Caracas, delegado por la brigada Simón Bolívar, a una reunión en Venezuela sobre la solidaridad con Nicaragua.

El 20 de julio llegó a Managua y se instaló en el Hotel Camino Real. Hernández dice que los sandinistas le ofrecieron un carro, cargos y otros beneficios, pero él no los aceptó.

En el Hotel Camino Real, Hernández conversó con algunos miembros de la Dirección Nacional, como Daniel Ortega y Tomás Borge. Daniel le habría dicho que llegara al búnker.

Hernández llegó un día a las 10:00 de la mañana al búnker que había sido de Somoza en la Loma de Tiscapa y Humberto Ortega le habría mandado a decir que debía retirarse inmediatamente del lugar, que no había nada que hablar y que lo mejor era que regresara a Costa Rica, dice Hernández en su libro.

Un mes después del triunfo Hernández regresó a Costa Rica. Hoy, solo es amigo de pocos de los que fueron sus compañeros. Uno de sus actuales amigos es precisamente Humberto Ortega.

“Me da asco lo que está pasando”

El exmiembro de la Dirección Nacional del FSLN, el costarricense Plutarco Hernández, sigue de cerca los acontecimientos en Nicaragua y dice que le da “asco la forma de hacer política en Nicaragua”.

“Me da asco que Daniel Ortega haya propiciado más de 400 muertos ya en Nicaragua, dice Hernández, quien asegura que Daniel vivió en su casa en Costa Rica y que en Managua, cuando Rosario Murillo dejó de trabajar en LA PRENSA, la primera casa que visitó fue la de él. “A Rosario la mandamos a entrenar a Cuba después de eso”, confía.

Hernández afirma que en la lucha antisomocista Daniel casi no se destacó, porque siempre estuvo preso o en Costa Rica y que siempre vivió bajo la sombra de Humberto.

Sobre la crisis actual en Nicaragua, Hernández dice que es el mayor derramamiento de sangre que ha habido en la historia del país, nunca vista ni en los treinta años conservadores, ni en los años de los liberales ni en los 45 años de somocismo.

Los orígenes de Plutarco Hernández

Plutarco Elías Hernández Sancho nació en San José, Costa Rica, en 1944. Creció viendo como su papá era seguidor del caudillo Rafael Ángel Calderón Guardia y a su casa llegaban socialistas y comunistas.

Se hizo miembro de la Juventud Socialista costarricense y viajó a Cuba a inicios de los años sesenta, cuando conoció al Che Guevara y a Fidel Castro, con quienes logró conversar. Antes de eso, en las calles de su barrio celebró el triunfo de la Revolución cubana. A su casa llegaba el héroe cubano Hubert Mattos.

En la Unión Soviética, fue expulsado de la Universidad Patricio Lumumba luego de ser acusado falsamente de ser prochino.

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