Una vez más, el Gobierno de Nicaragua ignoró los llamados de organizaciones nacionales e internacionales a desarmar a los grupos paramilitares que actúan en coordinación con la Policía y secretarios políticos del partido de gobierno, y al contrario, los activó el fin de semana para impedir, acosar y aplastar las manifestaciones sociales que demandan democracia y libertad.
Desde el pasado viernes en varios departamentos del país donde se habían anunciado marchas cívicas, grupos de paramilitares en vehículos de instituciones públicas, junto a fanáticos del Gobierno y bajo protección y coordinación de la policía del régimen, se apostaron en los lugares donde se habían citado los autoconvocados.
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Tales actos de represión al derecho de concentración pública y de libertad de expresión se reportaron en Estelí y Chinandega, donde dos plantones de protestas cívicas se suspendieron por temor a los paramilitares que se plantaron con capuchas y armas de guerra.
En Ometepe, los fanáticos del Gobierno y estructuras partidarias a sueldo, junto a un dispositivo reforzado de policías, impidieron la circulación de una marcha azul y blanco, que tuvo que modificar su ruta ante la amenaza armada y el asedio del régimen dictatorial.
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Igual se denunció en varias ciudades más del Pacífico.
Terror en las carreteras de Madriz
Funcionarios y empleados del Gobierno y paramilitares a bordo de motos y camionetas asediaron en grupo, la mañana del domingo, a los manifestantes de la Alianza Cívica Madriz que realizarían una caravana departamental por las calles de la ciudad de Somoto.
Los manifestantes de la caravana, convocados por la Alianza Cívica de Madriz, se concentrarían a eso de las 10:00 de la mañana de este domingo 2 de septiembre frente al templo católico San Diego o Tepeyac, desde donde saldrían para recorrer las principales calles de la ciudad de Somoto, cabecera del departamento de Madriz.
A la caravana, denominada Respeten la Patria, se unirían delegaciones de los municipios de San Juan de Río Coco, Palacagüina, San Lucas y San José de Cusmapa, en Madriz, y de varios municipios del departamento de Nueva Segovia.
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Estos tuvieron que desistir porque los paramilitares, fanáticos orteguistas y policías del régimen salieron en motos y camionetas a recorrer los tramos de carretera en todas las localidades, para impedir la salida de los manifestantes en contra del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Desde abril hasta la fecha, el régimen ha recrudecido las estrategias de represión contra la ciudadanía.
La represión cuesta caro
Desde las 9:00 de la mañana del domingo, grupos de motociclistas y camionetas del Estado transportando funcionarios y empleados del Estado, al igual que paramilitares encapuchados y armados, llenaban los tanques con combustible en la gasolinera Petronic de la ciudad de Somoto. Posteriormente salieron a recorrer las calles y a apostarse en puntos donde antes se han concentrado las manifestaciones en contra del Gobierno. Igual ocurrió en otras partes del país, donde los vehículos de las instituciones públicas se usaron para aplastar las marchas.