José Cruz Arceda García y Darlin Antonio Dávila Espinoza, de 29 y 25 años respectivamente fueron condenados a 20 años cárcel por violar a una mujer y su hija, ambas ciegas, el pasado 3 de marzo en Matiguás, Matagalpa. Otros tres hombres presuntamente implicados en el mismo delito siguen prófugos. Así lo dictaminó el juez especializado en violencia de género en Matagalpa, William Montalván Avendaño tras leer la sentencia.
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Dávila y Arceda fueron declarados culpables tras un juicio que concluyó el 28 de agosto y en el que fueron determinantes las declaraciones de las víctimas, de 35 y 12 años, así como el testimonio de un niño de 10 años que presenció los hechos.
La mujer adulta estaba con dos de sus hijos –la niña y el niño– en la casa de madera que habitaban y adonde llegaron cinco hombres, incluyendo a Arceda y Dávila, quienes vivían en una casa cercana en la misma comunidad.
En la sentencia, el juez Montalván aplicó la reforma contenida en la Ley 952 que amplía la oscilación, entre 12 y 20 años de prisión, de la pena para la violación agravada, que antes de esa ley era entre 12 y 15 años de prisión.
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Según la acusación que la Fiscalía demostró en el juicio, los cinco hombres penetraron a la vivienda y “procedieron a distribuir sus funciones”. Dávila y dos de los desconocidos tomaron por la fuerza a la mujer de 35 años, llevándola a 43 metros al oeste de la vivienda donde los tres la violaron.
De forma simultánea, Arceda y el tercer desconocido llevaron a la niña de 12 años a la orilla de un riachuelo, a unos 45 metros al oeste de la casa, donde ambos la violaron y el primero pedía a su compinche que la mataran, pero este último se habría negado.
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En sus testimonios, la mujer y la niña dijeron haber reconocido, por la voz, a Dávila y Arceda; mientras que el niño, sin problemas visuales, pudo identificarlos porque “los conocía” y habitaban en la misma comunidad.