A pocos días para cumplirse cuatro meses del incendio que provocaron los trabajadores de la Alcaldía de Managua en su delegación del Distrito Seis, con el fin de inculpar a jóvenes que en ese entonces estaban atrincherados en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), el lugar sigue en ruinas y no hay intenciones de iniciar obras constructivas.
Fue conocido por todos al ser grabado por los habitantes de la zona y compartido en las redes sociales que antes de pegarle fuego al lugar, se encargaron de sacar los muebles y papelería en sus propios camiones volquetes y que dejaron lo de menos valor.
A los días del incendio, cuyo montaje fue ejecutado para que los medios oficialistas culparan a los jóvenes y así desprestigiar su rebelión contra el gobierno de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, se dio pase a los chatarreros para que derribaran a mazazos las paredes y sacaran el hierro, dejando el lugar en completa ruina.
La delegación de la comuna está ubicada en el barrio Carlos Marx, a escasos metros de donde paramilitares el 16 de junio quemaron vivas a cuatro personas adultas y dos niños por no permitirles poner un francotirador en la azotea para dispararle a los estudiantes que se mantenían dentro de la Upoli.
Alcaldía no volvió a hablar del incendio
Al quedar en evidencia que el incendio de la delegación del Distrito Seis fue provocado por las mismas autoridades de la comuna, no volvieron a hablar del tema y ahora tendrán que presupuestar dinero para que se construyan las nuevas oficinas.
El concejal Marvin Martínez, del Partido Conservador (PC), lamentó que ahora se tenga que destinar recursos para las nuevas instalaciones del Distrito Seis, todo porque a la administración de Reyna Rueda se le ocurrió quemarla para culpar a quienes estaban dentro de la Upoli.
“Con los impuestos de los managuas se tendrá que construir las nueva delegación de la Alcaldía y por supuesto que es lamentable porque ese dinero se pudo utilizar para desarrollar otros proyectos en el municipio que son importantes”, reconoció Martínez.
Solo queda cerco y un vigilante
De las oficinas del Distrito Seis solo quedan las bases de las paredes y un vigilante, que se resguarda en una caseta que está al otro lado de un cerco con alambre de púas, según para evitar el paso pero que no sirve de mucho porque el interior sirve como basurero, que crece conforme pasan los días.
Con armas dentro de las instalaciones
Al quedar demostrado que la Alcaldía de Managua funciona como instrumento para hacerle contrapeso a las protestas de los nicaragüenses contra Daniel Ortega y Rosario Murillo, se empezó a dejar por las noches trabajadores de confianza dentro de las delegaciones y oficinas centrales para vigilar. A algunos se les entregó armas para disparar en caso que hubiera un ataque a las instalaciones. Esto se replicó en varias instituciones públicas de Managua.
Asimismo, se decidió levantar muro perimetral en vez de malla en una parte de las oficinas centrales, ubicadas en el Zumen. Todo esto mientras miembros del Ejército de Nicaragua custodiaban todo el sector y en las noches se cerraba el paso vehicular en los alrededores y se apagaba el alumbrado público.