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Brandon Lovo fue condenado a 23 años. En cambio, Glen Slate fue sentenciado a 12 años de cárcel. LAPRENSA/Tomada de Facebook

Las condenas sospechosas del orteguismo contra los jóvenes Brandon Lovo y Glen Slate

Pruebas falsas, testigos mentirosos, sin acceso de medios de comunicación y sin demostrar la acusación. Con todas estas faltas a la ley se condenaron a Brandon Lovo y Glen Slate por el asesinato del periodista Ángel Gahona

La última vez que estuvo libre, Brandon Lovo vacilaba en la misma cancha de basquetbol donde le gustaba cantar y bailar. Aquel día, el dos de mayo a las nueve de la mañana, un hombre le pidió ayuda con una moto que supuestamente se le había dañado. Lovo se acercó para asistirlo, pero de inmediato fue neutralizado por unos policías de civil que lo arrestaron.

Tres días más tarde, el cinco de mayo, Glen Slate fue capturado y la casa de su mamá revisada de arriba hacia abajo. “Buscaban armas. Registraron toda la casa. La cama de los chavalos y hasta la refrigeradora y no encontraron nada”, dijo Jeremy Slate, madre de Glen.

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Cuando los capturaron nadie se pudo imaginar que cuatro meses más tarde serían los primeros condenados a prisión después de la represión que desató el gobierno de Daniel Ortega, a partir del 18 de abril, cuando empezaron las protestas que piden su renuncia.

En todo este tiempo las madres de los condenados han podido ver a sus hijos cuatro veces en el Sistema Penitenciario La Modelo. LAPRENSA/Archivo

Brandon Lovo, de 18 años, y Glen Slate, de 21 años, fueron condenados, el primero a 23 años y el segundo a 12 años, por el asesinato del periodista costeño Ángel Gahona, quien murió de un disparo a la cabeza el 21 de abril, mientras le daba cobertura a la represión de la Policía Nacional contra manifestantes en Bluefields.

Ambos personajes de esta historia estaban en el lugar que ocurrieron los hechos. Salieron a protestar, a como decenas de personas de Bluefields, sin embargo, durante el juicio no se pudo comprobar que ellos fueron los que dispararon. No hay un testigo ocular del hecho y, por el contrario, existen videos que demuestran que no estaban en el momento que se detonó la bala letal que asesinó al periodista.

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Condenados

En la acusación señalan que Brandon Lovo fue quien disparó. Mientras que Glen Slate, dueño del arma, fue quien se la entregó para que su amigo la detonara.

Ambos fueron declarados culpables por la muerte del periodista Ángel Gahona, ocurrida el 21 de abril, en las inmediaciones de la Alcaldía Municipal de Bluefields. También fueron declarados culpables por los delitos de asesinato frustrado en perjuicio del inspector de la Policía Nacional Carlos Anselmo Rodríguez López; portación ilegal de armas de fuego y exponer al peligro la vida de otros siete periodistas que daban cobertura a los “enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden público”.

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La música

Brandon Cristofer Lovo Teyler es el muchacho de 18 años que acusan de disparar el arma hechiza que mató al periodista. Sin embargo, en el barrio Puntafría, donde nació y creció, era conocido por disparar balones a los aros de basquetbol. Alto, delgado, de mirada asustada, Brandon soñaba con irse a Estados Unidos para trabajar.

Jeremy Slate, madre de Glen Slate, (la primera de izquierda a derecha) y la madre de Brandon Lovo, Connie Teyler (la cuarta de izquierda a derecha), durante un plantón pidiendo la libertad de sus hijos.
LAPRENSA/Óscar Navarrete

Apenas estaba cursando el tercer año de secundaria, porque lo que más le gustaba era la música y el baile. “Es todavía un niño. Adora la música, le gusta bailar. Juega futbol”, manifestó Connie Teyler, su madre. “Siempre andaba cantando y me pedía que lo grabara con el celular”, agregó.

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Connie Teyler, una señora alta y espigada como su hijo, se dedica a la venta de pan de coco, paties y dulces caribeños. El próximo once de diciembre Brandon cumplirá apenas 19 años de edad. Para cuando salga de prisión, si se cumple la sentencia, habrá cumplido 42 años.

El único antecedente que tenía Brandon había sido por “un pleito” en el barrio, asegura su madre.
Desde niño quería ser abogado. Pero sus días los pasaba en la misma cancha de basquetbol donde lo capturaron, en el mismo lugar que llegaba a vacilar desde hace años con el amigo con quien estaría en el día más desafortunado de su vida.

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El otro muchacho de esta historia, el amigo, es Glen Slate, quien este jueves cumplió 21 años de edad, con una condena a cuestas que le permitirá salir cuando tenga 33 años. Slate no solo se ha perdido de celebrar su cumpleaños en libertad, sino también estuvo ausente en su segundo Día del Padre por estar tras las rejas.
Al igual que Brandon, Glen Slate nació en Puntafría, donde conoció a su pareja, dos años menor que él, con la que tiene una niña de dos años de edad. Solía jugar basquetbol y futbol en la cancha, mientras escuchaba y cantaba canciones de rap.

En sus redes sociales era muy activo, y compartía muchas fotografías con su pareja, su pequeña y algunos amigos. Los que lo conocieron afirman que trabajaba en construcción de interiores con un tío.
“Lo agarraron por la cancha de Puntafría, como a las 9:00 de la mañana. Me llamó un amigo mío que vive en las Tres Cruces (un barrio cercano) y me dijo que dos policías vestidos de civil lo habían agarrado y se lo habían llevado”, relató Jeremy Slate, madre de Glen, quien se dedica a lavar y planchar ropa ajena para mantener a su familia.

se han viralizado en redes sociales en solidaridad con Brandon y Glen.
LAPRENSA/Tomados de Facebook.

Condena

La acusación que presentó la Fiscalía contra Brandon y Glen nunca fue comprobada. En el documento hay muchos errores e imprecisiones tan inverosímiles, como una película de dibujos animados.

Para que se cumpliera la teoría de la Fiscalía, Brandon y Glen tuvieron que disparar desde la parte trasera de un edificio de dos pisos hacia el lado sur del lugar. La bala tuvo que haber recorrido un tramo de unos cien metros, dar una media vuelta, y en la trayectoria de regreso pasar por encima de un autobús, descender, impactar de refilón a un oficial y volver a ascender hasta llegar a la cabeza de Gahona. Algo, está demás decirlo, que es totalmente imposible.

La inverosimilitud de los hechos, desde cualquier punto de vista legal, le hubiera otorgado la inocencia inmediata a Brandon y Glen. Sin embargo, la Fiscalía presentó otra teoría en donde los condenados habrían tenido un mejor ángulo para disparar, aunque desde una distancia en la que es imposible tener efectividad con un arma hechiza.

Esta teoría, según los abogados defensores, se deshace ya que existe un video que muestra el ángulo desde donde Brandon y Glen debieron haber estado en el momento del balazo, pero en la imagen no aparece ninguna persona. Es decir, también la teoría de la Fiscalía fabricada durante el juicio no tiene ninguna prueba toral.

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El abogado Maynor Curtis, defensa de Glen Slate, dijo que la Fiscalía nunca pudo comprobar la culpabilidad de los muchachos ni se molestaron en ratificar su propia acusación, pues era inverosímil. “Nosotros trabajamos con las pruebas del Ministerio Público para desmontar sus teorías, porque si nosotros ofreciéramos pruebas las descalificarían con facilidad pues argumentarían que están manipuladas”, expresó Curtis.

Norvin Cruz, abogado de Brandon Lovo, destaca que “la madre” de todas las pruebas es el video 3 que presentó la Fiscalía, en donde ubican el momento y el lugar en que sale el disparo asesino, pero no se puede ubicar a Brandon ni a Glen. “Lamentablemente hubo una connotación de carácter político. Porque de acuerdo a la relación acusación y pruebas, el juez debió absolver a los muchachos”, afirmó Cruz.

Esta es un captura del momento del balazo. En la foto se puede ver al oficial herido que se agarra el costado izquierdo del abdomen. Esa misma bala habría impactado después a Gahona.
LAPRENSA/Tomado del video 3 de la Fiscalía

7 errores durante el juicio

Durante el juicio hubo 36 testigos en total, entre peritos presenciales o testigos oculares. Sin embargo, ninguno vio disparar en el lugar, y solamente escucharon el disparo. Aquí hay una lista de al menos siete errores, que según los abogados defensores debieron haber sido causantes de nulidad del juicio.

Acusación fáctica: La Fiscalía no pudo demostrar la acusación inicial por haber contenido muchas imprecisiones y ser completamente inverosímil. Esto es motivo para declarar inocente a cualquier acusado.

Acusación durante el juicio: La teoría que la Fiscalía construyó durante el juicio también no tiene argumentos sólidos, ya que existen dos videos del momento preciso del balazo. En uno de los videos está el lugar donde supuestamente se debieron haber encontrado Brandon y Glen, pero no aparece ninguna persona. En el otro video a aparecen los condenados pero en otro ángulo de la calle, y se puede comprobar que en lugar de disparar, ellos reciben un disparo. Es el mismo balazo que Brandon recibió en la espalda por la cual lo hospitalizaron.

Un balazo: La Fiscalía determinó que solo hubo un balazo en el lugar de los hechos. Sin embargo, hubo tres heridos de armas de fuego: el oficial Carlos Anselmo Rodríguez, el periodista Ángel Gahona —muerto— y Brandon Lovo —que fue herido, aun cuando estaba a unos 80 metros de distancia de los dos primeros—. En el video que filmó Gahona antes de morir, afirma que “ya empezó a disparar la Policía”. Es decir, hubo más de un solo disparo.

A pesar que la Fiscalía asegura de que hubo un solo balazo, Brandon Lovo fue impactado en la espalda, Esta imagen corresponde al momento de su rehabilitación antes de que lo capturaran.
LA PARENSA/Tomada de Facebook.

Prohibición de la prensa: Durante el juicio fue prohibida la prensa independiente. Todos los juicios deberían ser orales y públicos, según el artículo 34 de la Constitución, que determina que solo podría impedirse la cobertura por determinación moral y de orden público. Los abogados dicen que esto fue para evitar que los medios difundieran las incongruencias durante el juicio.

Pruebas Falsas: Toda las pruebas que se recogieron en el lugar de los hechos, en un periodo de 24 horas, fueron recopiladas y notificadas en el mismo momento. Esto es prácticamente imposible porque hubo recopilación de cartuchos, hisopos con sangre, y vestimenta del fallecido en el hospital. A juicio de los abogados, esto demuestra que las pruebas fueron recopiladas desde un escritorio. A esto se suma, que varios de los estuches de pruebas no contenían objetos. Es decir eran pruebas falsas.

Vinculación con el arma: No hubo pruebas que determinaran que Brandon Lovo hubiera disparado. La Policía le realizó pruebas de parafinas (o productos nitrados) para determinar si había pólvora en sus manos y salió negativo. La supuesta arma que se usó para acabar con la vida del periodista fue encontrada en la costa, en medio del fango. La Policía determinó que tenía las huellas de Brandon. Un testigo ocular, durante el juicio, aseguró que esa era el arma que usaba Brandon con solo verla dentro de una bolsa. No hubo comparación con otras armas caseras para determinar cuál era la que había visto el testigo.

Testigo clave: Durante el juicio se llevó un audio de la periodista María Victoria Borge, donde ella asegura que mataron a Gahona: “por culpa de estos chavalos (que andaban protestando)”. Hay un testigo que asegura haber visto a Borge reclamarle a Brandon en el hospital por la muerte de Gahona. Sin embargo, Borge nunca fue llevada a declarar al juicio para confirmar que eso era cierto. Se argumentó que no había dinero para traerla a Managua. A la radio La Costeñísima, Borge negó que haya visto disparar a Brandon Lovo.


Cárcel

Los dos condenados pasaron más de un mes sin ver a sus familias por estar recluidos en El Chipote, Managua. Sus madres estuvieron en las afueras del centro de detención durante semanas y asistían a todas las marchas, acompañando a todas los familiares que han perdido a sus seres queridos durante estos meses de crisis política.

Connie Teyler y Jeremy Slate estuvieron tres meses en Managua, dando las vueltas de sus hijos. “La gente en Bluefields ha recogido dinero para mandarnos y que nosotras podamos sobrevivir en Managua”, aseveró Teyler.

Después de la condena se trasladaron a Bluefields, y regresaron a la capital este miércoles para la visita que tienen cada 21 días. Ya llevan cuatro visitas en estos cuatro meses, pero en todas Brandon Lovo le dice a su mamá que saldrá libre, “que es cuestión de tiempo”.

Ángel Gahona
Migueliuth Sandoval, viuda de Ángel Gahona, exige justicia por el asesinato de su esposo. LA PRENSA/C.VALLE

Jeremy Slate visitó a su hijo este jueves, día de su cumpleaños, en la cárcel Modelo de Tipitapa. Lo miró triste durante habló con ella, aunque trató de animarlo con la apelación de la sentencia. “En todo Bluefields la gente sabe que esto es una injusticia, hay marchas en respaldo hacia Brandon y Glen”, reveló Slate, quien asegura que la persona que mató a Ángel Gahona era un experto.

Brandon le ha dicho a su madre que quiere irse del país para ayudarle económicamente. A su novia también le ha mandado a decir que “no se preocupe, que sale pronto”. En el viaje de regreso que Connie Teyler hace a Bluefields llora mientras recuerda como su “niño” bailaba en su casa y ella intentaba grabarlo con el celular.

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