La vicepresidenta designada por el poder electoral, Rosario Murillo, que en los últimos meses ha calificado de “lenguas afiladas”, “puchitos” y otros adjetivos a quienes protestan contra su gobierno, este lunes los llamó “unos cuantos pelagatos que siguen en su ceguera”.
El Ejecutivo de Daniel Ortega ordenó a sus simpatizantes y a los trabajadores públicos realizar tres caminatas los días 12, 13 y 14 de septiembre en todo el país para continuar demandando “justicia” por las víctimas del “terrorismo golpista”, como parte de la campaña contra las protestas ciudadanas que cuestionan al Gobierno. Serán a las 3:00 de la tarde desde la rotonda Jean Paul Genie hasta la Avenida Bolívar, siendo la misma ruta de las anteriores manifestaciones partidarias.
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Tras casi cinco meses de crisis, por la represión contra las protestas ciudadanas, la administración Ortega no reconoce la masacre perpetrada por la Policía y los paramilitares que dejaron entre 322 y 481 muertos, miles de heridos y presos políticos, según organismos de derechos humanos. Solo admite 198 muertos de los que culpa a los manifestantes.
El papa sigue orando por Nicaragua
Murillo leyó en los medios oficialistas la carta enviada a Ortega por el papa Francisco, en ocasión de las Fiestas Patrias en Nicaragua, en la cual dice seguir orando por “una fraterna reconciliación y una pacífica y solidaria convivencia”.
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La carta del papa la recibió la Cancillería de Nicaragua el 31 de agosto de 2018, pero hasta ayer 10 de septiembre la dió a conocer Murillo quien calló sobre los ataques y asedio que sufrieron parroquias y sacerdotes católicos el fin de semana pasado, por parte de grupos orteguistas.
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El régimen Ortega-Murillo mantiene una campaña de descrédito en contra de la Iglesia católica debido a que los obispos y sacerdotes han denunciado la represión contra el pueblo y los templos religiosos han sido refugio de los heridos y perseguidos en las protestas.