Después del enjambre sísmico que ocurrió en Managua el pasado febrero, el sismo de 5.7 en la escala de Richter, con una profundidad de 81 kilómetros, localizado a 17 kilómetros al suroeste de Nagarote, sacudió una parte de la franja del Pacífico nicaragüense. Este hecho se debió al movimiento de las placas Coco y Caribe, y es normal por lo cual no hay que alarmarse, explicó el geólogo Eduardo Mayorga.
A las 12:29 minutos de la medianoche del pasado miércoles, el evento provocó alarma en habitantes de Managua, León, Chinandega y Carazo, quienes sintieron el movimiento telúrico, según reportó el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).
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Muchas personas escribieron en redes sociales que se habían ocurrido dos sismos; sin embargo, el geólogo Mayorga explicó que lo primero que se percibió fue la onda primaria, y posterior, la onda secundaria, pero ambas pertenecen al mismo evento.
Mantener vigilancia
El geólogo Mayorga recalcó la importancia de mantener la vigilancia ante este tipo de fenómenos, pese a la crisis del país.
Nicaragua vive en una crisis sociopolítica, en la que el Gobierno ha aumentado la represión contra la población, con juicios y secuestros a críticos del régimen.
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Mayorga también explicó que, contrario a los fenómenos meteorológicos que pueden predecirse, los eventos geológicos se presentan de forma súbita, incluso es posible que después de un sismo, como el ocurrido este miércoles pueda registrarse otro de magnitud superior, o bien, no vuelva a moverse la tierra, sino hasta mucho tiempo después.
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El Sinapred anunció el segundo simulacro nacional, que se desarrollará el próximo 21 de septiembre, en este siempre incluyen como uno de los escenarios de riesgo la ocurrencia de un evento sísmico.