El Grupo Cocibolca, que abarca varias organizaciones ambientales, por medio de una carta dirigida al Fondo Verde Climático, expresó su rechazo a que Paul Oquist, asesor de políticas públicas del gobierno del presidente designado, Daniel Ortega, ocupe la copresidencia en ese organismo de financiamiento climático.
Asimismo, demandaron al Banco Mundial y a la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ), la suspensión temporal del apoyo financiero al programa Estrategia Nacional de Bosque y Cambio Climático para Combatir la Pobreza en Nicaragua (ENDE-REDD+).
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Como parte de sus argumentaciones, el Grupo Cocibolca sostuvo que debido a los “acontecimientos” de los últimos meses, en los que ha prevalecido la violación a los derechos humanos, las torturas, violaciones, secuestros y encarcelamientos como respuesta ante las protestas cívicas, considera que “el gobierno de Nicaragua ha perdido toda la legitimidad”.
“Consideramos inapropiado que el señor Paul Oquist, representante de dicho Gobierno y defensor activo de sus lamentables actuaciones”, continúe ocupando el cargo actual en el Fondo Verde, se lee en el documento. Oquist fue uno de los primeros funcionarios del régimen orteguista en asegurar a medios internacionales que las protestas cívicas que estallaron hace cinco meses respondían a un “golpe de Estado”, siguiendo el discurso oficial que ha mantenido el presidente designado, Daniel Ortega.
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Para las organizaciones que conforman el Grupo Cocibolca si Oquist se mantiene en el cargo, significaría un retroceso a las aspiraciones de los pueblos que luchan por garantizar una buena calidad de vida de las personas con los principios adoptados en la Carta de las Naciones Unidas.
Asimismo, los ambientalistas explicaron que las condiciones actuales-en medio de una crisis sociopolítica-el programa ENDE-REDD no logrará sus objetivos y “solamente contribuirá a oxigenar temporalmente a las ya debilitadas instituciones del sector”.
La demanda de la suspensión temporal sería hasta que se restablezcan las condiciones necesarias de gobernabilidad y confianza, que será posible con el relevo político de las máximas autoridades del país.
Según datos del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), la estrategia ENDE-REDD+ contribuirá a la reducción de la pobreza y a la adaptación y mitigación ante los impactos del cambio climático, “revirtiendo la tendencia de la deforestación y degradación de los bosques y restaurando áreas degradadas en cuencas hidrográficas y ecosistemas de importancia nacional”.
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¿Qué pasa con el proceso de invasiones?
En el primer congreso internacional sobre Bosques y Cambio Climático, que se realizó ayer lunes, Paul Oquist, asesor de políticas públicas del Gobierno, aseguró que Nicaragua se comprometió a capturar “ 11 millones de toneladas de Dióxido de Carbono (CO2)”.
También dijo que el Gobierno ha otorgado una alta prioridad al tema de cambio climático; sin embargo Nicaragua no ha presentado las Contribuciones Nacionales Determinadas, que son acciones concretas para alcanzar la meta mundial del Acuerdo de París.
Nicaragua sigue sin tener un plan de adaptación al cambio climático, y tampoco tiene un política nacional de cambio climático. Tampoco se ha pronunciado sobre los procesos de invasiones a áreas protegidas.
Respecto a los avances de la reforestación, el Gobierno no informa sobre los avances obtenidos. Según datos del informe de la Crisis Socio-ambiental de Nicaragua Post Sequía 2016, del Centro Humboldt, hubo una reducción de más de seis mil hectáreas de bosque de pino abierto y cerrado en seis departamentos.