Flores de plástico yacen junto con varias pequeñas cruces que no lograron mantenerse en pie sobre la grama verde de la rotonda Jean Paul Genie.
En lo alto, una bandera de Nicaragua ondea en jirones como resultado de la inclemencia del tiempo. El lugar simbólico para recordar a las víctimas de la represión gubernamental, luce descuidado desde que el orteguismo enemigo del movimiento pacífico Azul y Blanco se ha tomado mediante fuerza policial el sitio para la marcha de los suyos.
Con la conquista de espacios públicos, antes dominados por el oficialismo, la población autoconvocada convirtió la carretera a Masaya, y en especial, la rotonda Jean Paul Genie, como un lugar de referencia para nunca olvidar la violencia que desde el 18 de abril han sufrido en carne propia los jóvenes por parte de las turbas orteguistas, incluyendo paramilitares, militares en retiro y Policía Orteguista (PO).
En homenaje a la memoria de los primeros muertos, la misma población decidió colocar pequeñas cruces de madera y una cruz imponente de concreto con una virgen María a la cabeza, custodiada por dos ángeles a cada lado.
Ese tributo a los héroes de abril también se convirtió en uno para los 482 muertos, según el último informe de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
En septiembre, el orteguismo se ha encargado de montar contra-marchas cuando el pueblo convoca a una nueva movilización para salir a las calles y demandar democracia y libertad para los cientos de presos políticos.
Pese a que los fanáticos del gobierno se habían reducido a marchar sobre la Avenida Bolívar, la nueva orientación incluye tomarse todas las rotondas de la ciudad de Managua, incluyendo la Jean Paul Genie, con el apoyo directo de la policía a la familia Ortega-Murillo, designados presidentes del país en uno de los últimos fraudes electorales que vienen perpetrando desde 2008.
Ante el constante asedio e intimidación por parte de la Policía Nacional, paramilitares y simpatizantes del Gobierno, los autoconvocados han buscado rutas alternas para seguirse expresando, lo que ha limitado que retomen espacios como la Jean Paul Genie, donde en varias ocasiones la cruces han sido arrancadas.
Saña contra los símbolos
Al igual que la Jean Paul Genie, la rotonda de la entrada a Ticuantepe, sobre la carretera hacia Masaya, donde se había instalado una placa con los nombres de las primeras víctimas de la represión, también fue violentado cuando los paramilitares armados se tomaron esa zona y destruyeron todos los simbolismos de la lucha cívica con el odio político que el orteguismo ha mostrado desde abril.
La madrugada del martes 8 de mayo, miembros de la Juventud Orteguista también dañó la imagen de la Virgen de Cuapa que había sido colocada en el lugar por creyentes católicos.