El pequeño dominio del Diriangén sobre el Real Estelí acabó este miércoles en el Estadio Independencia. Invictos todo el Clausura (dos victorias y dos empates) ante los norteños, los diriambinos claudicaron 1-0 en el primer enfrentamiento de la siguiente temporada que contempló el inicio de una nueva etapa del Clásico Nacional sin Otoniel Olivas, el último entrenador en derrotar a los Caciques.
El partido tuvo menos impacto del esperado. La ausencia de Luis Fernando Coronel, el jugador del momento, mermó a los diriambinos y la temprana expulsión de Mike Cruz (36) cambió el rumbo del juego que al final tuvo como vencedor al Tren del Norte, el líder invicto del Torneo de Apertura con 16 puntos, uno más que el Managua FC.
Lea además: El campeón de Europa muestra su músculo ante la Roma
Sin Luis Fernando Coronel, sensible baja por una molestia, los diriambinos se quedaron con pocas opciones. Daniel Reyes ocupó su lugar pero no tuvo el mismo impacto. El atacante diriambino no ha podido recuperar su mejor versión y el Diriangén se quedó huérfano en ofensiva.
Los estelianos tienen abundantes recursos que necesitan dejar a más de alguno de los habituales fuera de la alineación. Solo Luis Manuel Galeano es inamovible por ser el referente ofensivo, el jugador que genera ocasiones y las define. Suyo fue el único tanto que vaticinó una goleada esteliana hasta la expulsión de Cruz.
Lea también: Managua FC logra su mayor éxito en Ocotal para mantenerse invicto y en la cima
El contención del Real Estelí perdió la cabeza en una jugada que le arrebataron el balón. Pareció falta pero el árbitro Jorge Ojeda no lo consideró así y dejó seguir la jugada. Al instante el árbitro detuvo el encuentro y expulsó a Cruz. Desde largo no se entendió pero se supone que le dijo alguna ofensa y no dudó en mostrarle la tarjeta roja.
La segunda parte tuvo casi más de lo mismo. El jugador adicional de los Caciques no se notó porque no logró fabricar peligro en el área, salvo el disparo de tiro libre de Víctor Parrales (90+4), que se estrelló en el paral confirmando el fin del dominio del Diriangén sobre los norteños que arrancan una nueva era con buenas sensaciones bajo la dirección del uruguayo Fernando Araujo.