Las madres, cuyos hijos han sido asesinados durante la represión de las huestes orteguistas a las manifestaciones cívicas, conocidas como “Madres de Abril”, cancelaron este jueves un plantón al que habían convocado para denunciar la impunidad que vive el país a cinco meses de iniciadas las protestas.
El plantón estaba programado entre las 2 y las 4 de la tarde en el sector de Metrocentro, en el centro de Managua y la decisión de posponerlo fue para evitar que los huestes orteguistas agredan a las madres debido a que el FSLN convocó a una nueva marcha este jueves por la tarde, coincidiendo con la actividad de las madres.
La manifestación del FSLN, denominada “Muerte al Somocismo”, está prevista a las 3:00 pm. y, se concentrará en las rotondas Jean Paul Genie, la Centroamérica, Metrocentro, El Periodista, Cristo Rey y la Hugo Chávez.
“Recordemos que el 30 de mayo las madres sufrieron una gran represión y no las podemos exponer a ser agredidas nuevamente por el Gobierno”, expresó Luisa Molina, del comité de apoyo a las Madres de Abril.
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Molina criticó que el régimen orteguista siga con su estrategia de intimidación en contra de la población autoconvocada y de los familiares de los asesinados y presos políticos. “Que convoquen a marchas a sus simpatizantes en el mismo sector y a la hora en que se iba a realizar el plantón de las madres es todo intimidación, son amenazas y el tema es que andan desatados echando presos a quienes participan las marchas y plantones cívicos”, dijo Molina.
El movimiento Madres de Abril anunciará en los próximos días la nueva fecha de la actividad.
Madres se han exiliado
Molina explicó que varias de las madres, la mayoría jóvenes, se han exiliado obligadas “ante el asedio y las amenazas” por parte de grupos orteguistas que buscan evitar que ellas dejen de denunciar al gobierno como responsable de esos crímenes.
“Quienes están fuera siguen reclamando justicia desde el exterior, y las que están aquí siguen marchando y exigiendo justicia por sus hijos, saben que eso no le van a regresar a sus hijos de la muerte, pero todas ellas están recordando la fecha en que a sus hijos se le arrebató su vida”, dijo Molina.
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Las Madres de Abril se expresarían en apoyo a las familias de los presos políticos, que según datos oficiales serían 204, aunque organismos de derechos humanos aseguran que superan los 400. Se trata de manifestantes que han sido detenidos ilegalmente y sometidos a procesos judiciales sin garantías. Son acusados de “terrorismo”.
Según el informe de la Asociación nicaragüense pro derechos humanos (Anpdh), desde el 19 de abril que iniciaron las protestas cívicas, 481 personas fueron asesinados por los actos represivos del paramilitares y policías del régimen. A ese reporte preliminar, se le agrega la muerte de Ezequiel Gamaliel García, de 26 años, quien falleció el martes de esta semana luego de permanecer en estado de coma desde el 28 de mayo, cuando fue herido por un francotirador en las protestas de estudiantes y autoconvocados en el sector de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
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Entre las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al Estado está que se adopten medidas para investigar diligentemente, juzgar y sancionar a los responsables de todos los actos de violencia, cometidos durante las protestas y respetar las garantías del debido proceso de los detenidos por esos hechos.
Quieren volver para expresar su solidaridad con las madres y las familias de los presos
políticos, visibilizar que el Estado no se ha cumplido absolutamente
nada de las recomendaciones de la CIDH”. Luisa Molina, Comité de apoyo de Madres de Abril
Edades de víctimas
De acuerdo con el informe del 19 de abril al 2 de septiembre de la Anpdh, de los 481 muertos en el contexto de las protestas, el 52 por ciento de los fallecidos son menores de 30 años de edad.
217 de los asesinados fueron jóvenes entre los 18 y 30 años de edad.
36 de los muertos por la represión tenían entre 3 y 17 años de edad. Nueve niños están entre las víctimas.
190 de los asesinados en las jornadas de protestas tenían entre 31 y 60 años de edad; y otros 14 eran adultos mayores. Hay 24 víctimas pendientes de confirmarse según el organismo.