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Adonis Rivas entrará este sábado al Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense. LA PRENSA/ARCHIVO/MIGUEL LORÍO

Adonis Rivas entrará este sábado al Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense. LA PRENSA/ARCHIVO/MIGUEL LORÍO

Adonis Rivas, de vender tortillas al Salón de la Fama Nicaragüense

El excampeón mundial de boxeo Adonis Rivas estará al frente de la nueva promoción del Salón de la Fama del Deporte Nicaragüens, que se realizará este sábado

Adonis Rivas nunca pensó en ser campeón del mundo, ni siquiera si tendría para el plato de comida del día y muchos menos entrar al Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense. De pequeño se dedicaba trabajar con su mamá vendiendo tortillas, cuajadas y arroz con leche. Un hombre de coraza humilde que encontró en el boxeo un espacio para salir de la extrema pobreza.

Ahora, este sábado (9:00 a.m.) en el Centro de Convenciones del Crowne Plaza entrará a la historia pinolera junto a Carlota Green (baloncesto), Fanny Solís López (baloncesto), Luby Rodríguez (voleibol), Bayardo Cuadra (historiador), Martín Fletes (futbol), Genaro Llanes (beisbol) y Walter Martínez (tiro deportivo).

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Conocido como el Caballo por su empuje en ir hacia al frente en el cuadrilátero, Rivas encabeza a los nuevos miembros del Salón. Actualmente, trabaja en el Instituto Nicaragüense de Deportes (IND) enseñando boxeo en la ciudad de León. Nunca ha pensado en abandonar un ring, es como una condena para los amantes de este deporte.

“Es lo que me gusta, hago casi lo mismo que cuando peleaba, con la diferencia que ya no subo a batallar, sino a dirigir”, explicó.

El título más emocionante

El 20 de noviembre de 1999 es una fecha que Rivas la recita de memoria. Fue el momento que su vida cambió. Sin ser favorito, sin muchas personas que creyeran en él, Adonis subió al ring del Hotel Hard Rock en Las Vegas con una fe inquebrantable.

Fueron 12 asaltos de mucho enfoque, siempre estuvo ahí sin miedo a caer en la lona, soportando castigo y regresando con contundencia los golpes. Ese día, el campeón del momento, Diego “el Pelucho” Morales, resbaló ante un “inofensivo” nicaragüense: las tres tarjetas fueron 115-112 para el Caballo. Y la frase: “Mamá ya no volverá a vender tortillas”, expresada en una transmisión en vivo de Miguel Mendoza caló entre la gente.

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“Ese ha sido el momento más emocionante en mi carrera. La vida me cambió para bien. Recuerdo que en esa ocasión Miguel llamó a mi vecino para que le contactara a mi mamá y yo me solté en llanto de la emoción, quería ser mago y aparecer en León para abrazarla”, relató Rivas.

A su mamá dice deberle lo que es. “Nunca me dio riquezas, pero me enseñó de la vida, a ser un buen hombre. Cuando gané dinero ella me dio lecciones de cómo no desperdiciarlo. Y ahora, aunque ha pasado mucho tiempo, no tengo lujos pero tengo lo básico”, indicó.

Segundo cetro y final

Rivas es de esos peleadores raros que primero se coronan en una categoría superior y luego en una inferior. Tras ser campeón de las 115 libras hasta ser derrotado después de dos defensas ante Pedro Alcázar, Adonis se coronó campeón de las 112 libras en 2002 contra Jair Jiménez, pero el reinado le duró muy poco debido a que dos meses después perdía la corona en Argentina contra Omar Narváez.

El Caballo se retiró en 2014 del boxeo a los 42 años, perdiendo frente a Johnson Téllez. Tardó más de la cuenta en decir adiós y a pesar que sus últimos años no encontró el triunfo y nunca ganó bolsas más grandes que 50,000 dólares, según comenta.
Se siente un hombre agradecido “con Dios y la virgen”, como el mismo lo dice. Aquel niño que vendía tortillas es un ejemplo de superación en medio de las adversidades. Seguramente su madre desde el más allá debe estar orgullosa.

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Entre cuerdas

En su carrera boxística, Adonis Rivas acumuló 22 victorias, diez por nocaut, perdió en 15 ocasiones, cuatro de ellas antes de tiempo, y tuvo cuatro empates.

Su primera pelea fue en 1995 ante Edwin Vargas, a quien derrotó por nocaut en su natal León.

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