Un derbi definido por los arqueroS en el cual no hubo el cántico del gol (0-0). Existió una división de tiempos: el primero para el Atlético y el segundo para los blancos. Más cerca los de Simeone de abrir el marcador, pero un gigante esperando la aprobación de los suyos rugió: el belga Thibaut Courtois, realizó dos tapadas mano a mano que definió el encuentro. La diferencia entre este Madrid y la pesadilla del miércoles en Sevilla tiene la huella del arquero, evitando la definición mortal.
Y luego cuando el capítulo dos empezó, los rojiblancos regresaron al pasado: resistir para conquistar. Ya la entrada de Ceballos le había robado la media cancha y el Madrid no eran 11 huérfanos sobre el césped. El muchacho empezó una jugada mortífera al 65′, pasó a Kroos y el alemán miró a Asensio. Todo fue magistral hasta que Oblak se levantó como ángel salvador ante 80,000 fanáticos en el Santiago Bernabéu. La mano del esloveno mantuvo en cero la portería.
Se vieron dos partidos. El primero con un Real Madrid sin el dominio de la pelota y con un Atlético aprovechando la velocidad y lagunas en la cancha. Lo intentó Saúl, luego Griezmann de chilena y al 17′ un balón filtrado al francés lo colocó cara a cara ante Courtois. Como todo un depredador se veía tranquilo y enfocado en la ejecución. Difícilmente se puede señalar de algo al francés, todo el mérito del arquero, que más allá de su buen achique, contó con fortuna al desviar el esférico con la cabeza. Y el segundo juego fue de los blancos casi por completo.
La respuesta de los dirigido por Lopetegui fue prácticamente instantánea. Centro de Ramos en un balón detenido y Bale saliendo como una gacela desde atrás le ganó la espalda a Filipe Luiz. No hubo mucha suerte en el cruce con pierna izquierda. La pelota pasó rozando el poste. Después del asedio del Atlético al 36′ Lemar robó una pelota para luego servirla a Griezmann quien filtró a Costa. Otra vez se detenía el tiempo. Costa ante Courtois y el belga volvió a ganar. Ya era suficiente para sepultar el recuerdo de Keylor Navas con la discusión de quién titular.
Oblak logró recuperarse de un error que casi termina en gol. Con Bale lesionado, Lopetegui confió en Ceballos el trabajo que ni Modric ni Kroos habían podido realizar: comandar el centro del campo. El muchacho no se echó para atrás y se agigantó en el derbi. Fue el alma del Madrid en la segunda parte. Disparo de Modric, de Asensio y el mismo Carvajal, pero nada entraba.
Debutó finalmente Vinicius Jr. para hacer aún más mediático su nombre, pero el encuentro ya estaba escrito. Fue un buen día para medir las fuerzas de quién es el mejor arquero del mundo: Oblak o Courtois, los culpables del 0-0.