Pese a que el asedio y la represión no cesan, la Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil asegura que seguirá desarrollando formas de protesta cívica, como las marchas, para presionar la salida de Daniel Ortega y lograr elecciones anticipadas.
Dar marcha atrás no es una opción y “un comunicado no va a terminar con las marchas”, sostuvo este sábado Guillermo Cortés Dominguez, miembro de la articulación, refiriéndose a la nota de prensa en la que este viernes la Policía finalmente declaró “ilegales” las marchas ciudadanas y se declaró en guerra contra quienes las convocan.
Los organismos y las personas que han convocado “estas concentraciones y movilizaciones públicas ilegales y nada pacíficas” son “responsables y responderán ante la justicia, de las amenazas, acciones delictivas y agresiones que se presenten en el desarrollo de estas actividades”, reza el comunicado policial.
Ante la amenaza, Cortés Domínguez señala que “lo natural es tener miedo” y que “lo que uno hace es administrarlo”. “En este escenario tenemos que apelar a lo más profundo de nuestras convicciones para seguir adelante. Hacerse hacia atrás es darle la razón a la dictadura”, sostuvo el periodista, al finalizar la presentación de la propuesta para una Concertación Nacional que aglutine a todos los grupos antiorteguismo de Nicaragua, incluida la Alianza Cívica por la Democracia y la Justicia.
Para él, la unidad de los movimientos que por ahora están dispersos, dará nuevos bríos a la movilización ciudadana.
Más seguridad
Francisco González, de la articulación, también considera que las marchas cívicas deben seguirse empleando como método de protesta. Sin embargo, dice, se está trabajando para mejorar la seguridad de los ciudadanos que participan en las manifestaciones.
Además, desde la articulación se ha exhortado a la protesta creativa, como la que se ha realizado usando chimbombas.