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Carlos Mikel Espinoza, exreportero de El 19 Digital. Hoy se encuentra en Costa Rica. LA PRENSA/ CORTESÍA

Carlos Mikel Espinoza: “Yo era cómplice de la familia Ortega”

Un periodista oficialista se sentía cómplice de los Ortega Murillo. Pasó dos meses en una lucha interna: renunciar o seguir. La gota que derramó el vaso fue una cosa terrible: dos niños quemados

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El 22 de abril de este año 2018, al periodista de El 19 Digital, Carlos Mikel Espinoza, le ordenaron dar cobertura a unos saqueos que estaban ocurriendo en varios supermercados de Managua. Eran los primeros días de las protestas que el régimen de Daniel Ortega reprimió con armas de guerra, causando la muerte de más de 500 nicaragüenses.

Carlos Mikel se fue a hacer la cobertura acompañado de un fotógrafo y convencido de que los autores de los saqueos eran las personas que estaban protestando, porque —pensaba él—, estaban ardidos por los primeros muertos. Según reportes de organismos de derechos humanos, ese domingo Nicaragua cerró el día con un saldo de 30 muertos acumulados desde el inicio de las protestas.

Cuando el equipo periodístico de El 19 Digital llegó al primero de los supermercados, Carlos Mikel se llevó una sorpresa. “Noté que no se estaban efectuando aún los saqueos y nosotros ya estábamos en el punto para hacer las tomas”, recuerda ahora el periodista.

Esa no fue la primera vez que Carlos Mikel sintió que Daniel Ortega estaba dispuesto a hacer todo con tal de mantenerse en el poder.

Carlos Mikel Espinoza laboró nueve años en El 19 Digital, donde además de reportero fue editor y coordinador de reporteros y fotógrafos. LA PRENSA/ TOMADA DE FACEBOOK

En los dos días anteriores, el 20 y el 21 de abril, Carlos Mikel había estado entre las balas y el 21 vio una escena que le causó enorme repulsión: “Logré ver directamente en el Distrito Uno del FSLN al primer paramilitar. Era un tipo bajo, así como yo. A lo sumo medía 1.68 (metros de altura). Tenía el pelo largo y medio ensortijado. Andaba un short azul que le quedaba flojo, una camiseta roja y unas chinelas tipo Rolter. Portaba un AK. Fumaba cigarro tras cigarro. A pocos metros estaba una patrulla de la Policía. Me chocó ver a ese tipo y a otros pandilleros chilear con los agentes de la Policía”, relata Carlos Mikel.

Lea también: “Solo disparamos si es necesario”: hablan los paramilitares que defienden al gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua (y que él no reconoce)

Dos meses después, Carlos Mikel renunció a El 19 Digital. Se sentía cómplice de —según él—, lo que hacían los Ortega para mantenerse en el poder. “Si realmente amas a Dios vos no podés estar al lado de la familia Ortega Murillo justificando el cementerio en que han convertido a Nicaragua”, afirma.


El niño Álvaro Conrado, cuya muerte lloró Carlos Mikel Espinoza. LA PRENSA/ ARCHIVO

Álvaro Conrado

El viernes 20 de abril, un joven de 15 años de edad, estudiante del Loyola, Álvaro Manuel Conrado Dávila, fue asesinado cuando llevaba, a escondidas, agua a los universitarios que recogían víveres en la Catedral. Una bala le entró en el cuello. “Me duele respirar, me duele”, decía mientras lo auxiliaban sin éxito.

Cuando Carlos Mikel vio la noticia de la muerte de Álvaro Conrado estaba en las oficinas de El 19 Digital. Lo golpeó. Trató de disimular el impacto pero lloró cuando logró estar solo. “Es una muerte por la que lloré incontables veces los dos meses siguientes. Quizá porque escuché tantas vilezas en contra de él y terminé sintiendo parte de culpa”, dice el periodista.


Era cómplice de la familia Ortega. Hoy me siento liberado y no me arrepiento de haberme echado a una jauría encima. Si estuviera ahí ya me hubiesen corrido o algo peor. Mi necesidad de querer normalidad se topa con muertos, torturas, con presos, zombis, cínicos y gente que guarda silencio porque no quiere perder a su marido, a sus hijos, a su esposa o su familia”. Carlos Mikel Espinoza, en su cuenta de Facebook.


A partir de lo que ocurrió entre el 18 y el 22 de abril pasados, Carlos Mikel pasó dos meses en una lucha interna: ¿seguir en El 19 Digital o renunciar? La decisión no fue fácil. Tuvo miedo.

En esos días de abril comenzaron a renunciar algunos periodistas a sus empleos en medios de comunicación del Gobierno y afines. Carlos Mikel recuerda cómo esos periodistas que renunciaron comenzaron a ser atacados en las redes sociales por los que una vez fueron sus compañeros. “Lo más suave que les decían era ratas”, rememora Carlos Mikel. Miembros de la Red de Comunicadores comenzaron a decir que todos los que habían estudiado en la UCA eran derechosos y traidores. Carlos Mikel estudió en la UCA. “Yo dije que ese argumento era estúpido y dejé de participar en esos grupos en el WhatsApp. Las pocas veces que participaba era para tratar de que como periodistas no termináramos metidos en lo que finalmente terminamos: defendiendo lo indefendible”, explica Carlos Mikel.

Personas cargando lo que saquearon en un supermercado en Rubenia, el 22 de abril pasado. Los medios oficialistas llegaron a cubrir los saqueos antes de que ocurrieran, según el periodista Carlos Mikel Espinoza. LA PRENSA/ ARCHIVO

En el plano periodístico, Carlos Mikel se avergonzaba del trabajo que estaba haciendo. “Cada vez que había un ataque yo confrontaba la información y veía las omisiones. Yo, por ejemplo, veía que la Policía y los paramilitares habían atacado la Catedral de Managua pero (en El 19 Digital) no se publicaba así”, manifiesta.

Lea también: Cifra de muertos por la represión en Nicaragua sube a 448, según la ANPDH

Y las redes sociales también dejaban en ridículo a El 19 Digital. “Recuerdo que en las redes sociales había una verdadera carnicería. Los medios del gobierno no metíamos las manos. Nos estaban pegando una arrastrada terrible. Ahí estaban cada una de las evidencias de los crímenes que cometía el FSLN. Yo no iba a discutirle a nadie cosas que eran obvias… Las cosas eran tan burdas que hasta daba pena”, indica Carlos Mikel.


9
años trabajó Carlos Mikel Espinoza en El 19 Digital, desde el 2009 hasta el 2018. En los dos últimos años fue editor y coordinador de periodistas y fotógrafos, labores por las cuales nunca pidió un aumento. Carlos Mikel afirma que trabajaba en El 19 Digital por otras razones pero no por dinero.


Por otra parte, también sentía remordimiento por las personas que estaban muriendo. Detestaba a los paramilitares y repudiaba a los policías que se prestaban al juego de Ortega.

“Lloraba cuando me contaban cómo lloraba don Álvaro Gómez por su hijo. Cómo lloraban cada uno de los padres que perdían a sus muchachos. Veía a los pobres policías muertos. Me decía a mí mismo que como pueblo no podíamos estarnos matando de esa manera. Pero también repudiaba la manera cómo los policías se estaban prestando a este tipo de acciones al margen de las leyes”, cuenta Carlos Mikel.

En esos dos meses pasó pensando qué hacer. No quería irse sin poder después saludar con tranquilidad a sus excompañeros. “Yo no me quería ir del Gobierno siendo tachado de traidor, no quería ser acusado de nada, quería irme y si encontraba en la calle a algún excompañero de cualquier medio del Frente poder saludarlo. No quería que me dijeran rata”, dice Carlos Mikel.

Bomberos actúan en la casa quemada en el barrio Carlos Marx, donde murieron calcinados dos niños y cuatro adultos. Este crimen fue el detonante para que Carlos Mikel Espinoza renunciara como periodista de El 19 Digital. LA PRENSA/ ARCHIVO

La gota que derramó el vaso

El 16 de junio pasado fue sábado y Carlos Mikel no estaba de turno. Amaneció en su casa, en San Marcos, Carazo.
Se despertó y comenzó a ver las noticias y ahí estaba la imagen terrible: los cuerpos de dos niños quemados durante el incendio de una casa en el barrio Carlos Marx, asediada por paramilitares. Estaban además los cuerpos de cuatro adultos, también calcinados.

Ese día vio muerte tras muerte. Un paramilitar que fue quemado en la vía pública. Un adolescente con un disparo en un costado. Un anciano con un balazo en la cabeza.

“Me dio asco la contrapropaganda, la manipulación de un hecho tan terrible como el del barrio Carlos Marx… Me dolía porque yo estaba faltando a la verdad. Aunque no me veo muy religioso, la verdad es que yo soy muy temeroso de Dios. Sentía que le estaba faltando a Dios. Consideraba, y sigo considerando, que si realmente creía en Dios no podía seguir siendo cómplice de lo que hacían los Ortega para mantenerse en el poder”, dice Carlos Mikel.

Ese mismo día Carlos Mikel se sentó y comenzó a redactar la carta de renuncia.

Paramilitares orteguistas en El Crucero, en junio pasado, cuando desmontaron el tranque que estaba en esa zona. LA PRENSA/ ARCHIVO

Ahí nomás la represalia

El lunes 18 de junio Carlos Mikel puso su renuncia a El 19 Digital. Él sintió que tardaron un poco en aceptarla. A las 4:00 de la tarde del día siguiente, martes, estaba saliendo de la oficina definitivamente. Tomó una ruta a la UCA y luego un interlocal rumbo a Carazo.

Iba sobre la Carretera Sur cuando comenzaron a llegarle mensajes. Amigos comenzaron a enviarle capturas de pantallas con mensajes de odio de los que hasta hacía unas horas eran sus compañeros en otros medios de comunicación orteguista.

“Me llamaban hijo de la tal por cual, traidor, muerto de hambre, que el Frente me había dado de hartar y que así le pagaba, vendido, rata y muchos excompañeros empezaron a jincar la perra a ver en qué falta caía yo, pero siempre respondía con respeto”, dice Carlos Mikel.

En Costa Rica

Cuando salió de El 19 Digital, Carlos Mikel se fue a su casa y desde entonces no está trabajando. No se unió a ningún tranque ni asistió a ninguna marcha.

Él es periodista y desde pequeño le gusta escribir, por lo que hizo un blog para poder “desahogarse”: SpotlightNic. Ahí Carlos Mikel demuestra la calidad de periodista que es y su capacidad de escritura. En El 19 Digital estaba aburrido de escribir sobre las intervenciones de Daniel Ortega y, día de por medio, las alocuciones de Rosario Murillo del mediodía.

Ahora está en Costa Rica. No es refugiado. No ha pedido asilo. Piensa regresar a Nicaragua. Le da miedo que le puedan hacer algo. Sabe también que si hubiese una orden “de arriba” contra él, ya no estaría vivo.

“Tal como están las cosas, un fanático es un agente más. Aunque conste, yo no veo razón para que la emprendan contra mí. Contra mí no tienen nada, porque no he hecho nada. Estoy limpio. Ni en marchas he participado. Lo único es que no estoy de acuerdo con el Gobierno y no tengo miedo de expresar mis puntos de vista ante cualquier persona. La libertad de decir lo que pienso no estoy dispuesto a cederla nunca”, finaliza Carlos Mikel Espinoza, hoy exreportero de El 19 Digital.

El periodista Carlos Mikel Espinoza en medio de sus colegas que trabajan en medios de comunicación orteguistas. LA PRENSA/ TOMADA DE FACEBOOK

José Miguel Fonseca

Muchos de los excompañeros que han atacado a Carlos Mikel Espinoza son periodistas a quienes él aún les guarda aprecio. Entre todos ellos destaca uno y es al único a quien Carlos Mikel señala con nombre y apellido: José Miguel Fonseca, el jefe de prensa del Canal 4.

José Miguel y Carlos Mikel estudiaron juntos Comunicación Social en la UCA. Amigos. Compañeros. Se conocen bien.

“Lo conozco desde que yo tenía 17 años y entré a estudiar a la UCA (en el 2001). Me mencionó a mi madre en una publicación de Facebook. Conste que yo nunca había ofendido a José Miguel. Aunque él me mencionó a mi madre yo no quise caer en semejante bajeza de mentarle a la de él. Una madre es sagrada”, explica Carlos Mikel.

De todos sus excompañeros de El 19 Digital, solo dos llamaron a Carlos Mikel cuando renunció a ese medio.

Mentiras contra Carlos Mikel Espinoza

Salir de El 19 Digital no significó solamente que sus excompañeros lo ofendieran, sino que también comenzaron a inventar mentiras contra él y su familia. Primero dijeron que él le pasaba información a los medios de derecha y luego afirmaron que la familia de él era golpista y que habían coordinado tranques en Carazo.

“Ellos (orteguistas) muy bien saben que mi familia nunca participó en tranques. Las personas que en Carazo participaron en tranques fueron asesinadas, están presas o marcharon al exilio”, asegura Carlos Mikel. “No sé de dónde sacaron que yo era un infiltrado de la derecha y que durante años fui un informante. Le pueden preguntar a la Martha Espinoza (directora de El 19 Digital), a quien guardo mucho respeto. Ella sabrá ajustarse a la verdad”, finaliza Carlos Mikel.

Los curas

Desde antes que iniciaran las protestas de abril pasado, el periodista Carlos Mikel Espinoza ya estaba mal visto por sus compañeros de El 19 Digital. Las razones: no demostrar fidelidad a Daniel Ortega y a Rosario Murillo, y también negarse a atacar a los sacerdotes cuando todos sus demás compañeros lo hacían.

“Yo varias veces dije y en voz alta: el que se mete a pelear con los curas sale llorando”, cuenta Carlos Mikel.

Este periodista originario de Ciudad Darío, pero que ha pasado gran parte de su vida en Carazo, no se considera religioso pero sí temeroso de Dios y se declara admirador de monseñor Silvio Báez.

“No me imagino ver a Silvio Báez haciendo el papel de Sixto Ulloa, Omar Duarte o el papel de monseñor Eddy Montenegro”, critica.

El propio Daniel Ortega ha atacado a los sacerdotes católicos acusándolos de golpistas. Y varios sacerdotes han resultado con lesiones defendiendo a la población en la actual crisis.

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