Cercos tumbados, sacos de arena desparramados y árboles cortados es lo único que quedó en los terrenos ubicados a la orilla de la pista Suburbana, donde estuvieron precaristas durante varios meses y finalmente fueron sacados por el régimen de Daniel Ortega.
El área ocupada era tan extensa que el desalojo se prolongó durante cuatro días y se hizo uso de camiones y trabajadores de la Alcaldía de Managua para agilizarlo, mostrando un interés inédito en los meses de crisis sociopolítica puesto que al contrario se permitió invadir propiedades privadas.
Este lunes 1 de octubre, mientras que en el último lugar por desalojar, un cerro donde se aprecia toda la parte norte de Managua y su lago Xolotlán, donde ya se había concluido un grupo de obreros privados empezaban a levantar un cerco para evitar, o al menos dificultar que vuelvan los tomatierras.
La evacuación empezó el viernes 28 de septiembre de forma espontánea luego de escucharse que llegaría la Policía Orteguista a sacarlos; quedándose otros con la esperanza de que no ocurriera, pero fue inevitable.
Pagaban 30 dólares por mes
Vigilantes de la zona aseguraron que por cada champa que estaba en pie se le pagaba 30 dólares cada mes a una persona que fue la que lideró la toma del terreno y que pese a no tener papeles los moradores creían que no serían desalojados. Muestra de ello es que además de tender las chozas, habían hecho mejores notables de los terrenos disparejos, sacos de arena para evitar socavaciones y hasta habían quitado losas en la parte norte para tener conexión con el barrio Tierra Prometida.
Toda la mudanza de los tomatierras se realizó sin alteraciones y la Policía Orteguista solo tuvo que permanecer en el sitio para vigilar el desarrollo de la misma, no obstante las últimas personas que salieron, mostraron su molestia con el régimen porque fueron engañadas, “nos dijeron que estas tierras iban a ser nuestras, que no iban a permitir que nos sacaran”, manifestó una señora mientras recogía la última madera que le quedaba en el lugar.
Pero esta invasión de terrenos privados no es caso fortuito en el país, porque desde que estalló la crisis sociopolítica se dio una masiva toma de tierras en Managua y el interior de Nicaragua.
La Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic) muestra una radiografía del problema a partir de junio 2018. En el último informe de denuncias, con fecha del 28 de septiembre, la cifra llega a 9,800 manzanas, de las cuales 7,317 siguen ocupadas ilegalmente.
De acuerdo a los registros de Upanic, en junio se dio la toma de 3,633 manzanas, en julio 5,655.5 manzanas y en agosto 511.5 manzanas. Todo esto corresponde a 63 propiedades, localizadas en ocho departamentos del país, incluyendo la ciudad de Managua.
El primer desalojo
Los tomatierras que estaban en el costado este del Country Club fueron los primeros en ser desalojados en la ciudad de Managua.
En la madrugada del viernes 21 de septiembre llegaron al sitio una caravana de patrullas policiales y camiones de la Alcaldía de Managua, para desalojar a todos los precaristas. En un día se efectuó la operación.
Continuó con las personas que estaban en la parte sur de la pista de aterrizaje del aeropuerto Augusto C. Sandino, cerca del complejo habitacional Ciudad Belén. En ese lugar se habían puesto banderas rojinegro y mantas con los nombres de Daniel Ortega, Rosario Murillo y Laureano Ortega, que eran los nombres de los barrios improvisados.