A escasos 200 metros del relleno sanitario La Chureca crece un basurero ilegal que amenaza la salud de los pobladores de los alrededores y además ahuyenta la visita al parque ubicado a la par, en el barrio Alemania Democrática, en el Distrito Dos de Managua.
Este vertedero, que cada cierto tiempo es limpiado pero por trabajadores de una empresa privada de la zona y no por los obreros de la Alcaldía de Managua, es solo una muestra del descontrol que hay con los desechos sólidos, al que se le declaró la guerra en 2013 con el programa de vivir Bonito pero que no se le ha sabido ganar.
Para percibir menos el hedor de la basura, que aumenta cuando llueve, los habitantes mantienen cerradas las puertas de sus casas y han perdido la esperanza de que la comuna en vez de volcarse a marchar en respaldo al régimen de Daniel Ortega, mejore la recolección de los desechos en la ciudad.
“En carretones de caballo vienen a tirar basura y también animales muertos. Esa calle angosta se ha convertido en una minichureca, de verdad que sufrimos”, se quejó Manuel Tórrez, quien vive en el sector y pasa todos los días en bicicleta para ir a su centro de trabajo.
Según datos de la municipalidad, cerca de 1,500 toneladas de basura se producen a diario en la capital y no toda esta cantidad se recolecta con efectividad, es decir que una parte queda merodeando en las vías.
Cuando llueve situación empeora
Pero si llueve con intensidad, parte de estos desechos son arrastrados por las escorrentías superficiales y van a parar a los sistemas de drenaje como tragantes y cauces, que se saturan y colapsan.