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Alejandro Bolaños Davis

El escritor Alejandro Bolaños Davis precisa que su libro narra la historia “como surgió el arquetipo de El Güegüense” y su “recurrencia en los actuales tiempos”. LA PRENSA/OSCAR NAVARRETE

El nicara(güe)güense: visto desde la historia cultural de Nicaragua y su crisis actual

Este nuevo libro busca  “desactivar el peligro” y poner en práctica la “transformación de la incultura en cultura”, dice su prologuista Francisco Arellano Oviedo

“Hay que dialogar con el mismo Diablo si es necesario para poder traer la paz a Nicaragua”, dice Alejandro Bolaños Davis, autor del nuevo libro El nicara(güe)güense-La incultura de nuestra cultura y transformación de la incultura en la cultura.

Para Bolaños Davis, todas las actividades políticas en el país, “de oposición, de provocación, de amenazas, de torturas, de guerra, nos lleva hacia una guerra más profunda”, y forman parte de “nuestra cultura” por lo que se debe “dialogar y establecer acuerdos con madurez”.

Desde que iniciaron las protestas contra el régimen de Ortega hace un poco más de cinco meses, organizaciones humanitarias nicaragüenses y extranjeras han reportado más de quinientas víctimas y más de trescientos presos políticos. Por su lado el Gobierno solo reconoce a 199 víctimas y doscientos “golpistas” detenidos.

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En este contexto de crisis social y política el Diálogo Nacional entre sectores de la sociedad civil y Gobierno, y mediado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua fue suspendido en junio.

—¿Usted dialogaría con alguien que mata a su familia, a sus hijos, parientes?
—Me estás haciendo una pregunta bien difícil, ya a nivel personal. Es difícil, no sabría cómo responderte en este momento, pero seguramente es lo que hay que hacer: dialogar con el mismo Diablo si es necesario para poder traer la paz a Nicaragua.

Responde Bolaños Davis ante el drama de violencia extrema, dolor y luto que han vivido familias nicaragüenses que demandan una paz con justicia y democracia con libertad de expresión.

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Este libro además contiene un Atlas Cultural de Nicaragua (Esquema y notas), escrito a manera de extenso y acucioso “epílogo”, por el poeta Julio Valle Castillo. Le acompaña Alejandro Bolaños Davis. LA PRENSA/Oscar Navarrete

Recurrencia en los actuales tiempos

El escritor precisa que su libro narra la historia “como surgió el arquetipo de El Güegüense” y su “recurrencia en los actuales tiempos”. Al respeto presenta lo que llama Tabla de datos sobre los artefactos que usa el nicara(güe)güense, basado en cien días, del estallido social a partir del 18 de abril.

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En el Capítulo IV el libro trata sobre El nicara(güe)güense y el poder, Bolaños Davis citó un epígrafe del poeta Pablo Antonio Cuadra que dice: “El poder invierte al nicaragüense, de cortés lo transforma en dictador”. “Esa ha sido nuestra historia recurrente”, reflexiona el escritor, hechos que ve como resultado de lo que “hemos sembrado antes”.

—¿Y qué hemos sembrado antes? —se pregunta, luego responde—. Estoy hablando a nivel cultural y de siglos, estamos hablando desde una perspectiva académica, desde nuestros antepasados indígenas que provinieron del norte, de México, y luego los conquistadores y luego el mestizaje… Y ahora El Güegüense brinca por todos lados, brinca en Monimbó, en Granada, en Managua, en todas partes de Nicaragua, especialmente en la Manquesa (Litoral Pacífico).

Esta historia —advierte el escritor— no necesariamente tiene que ser así porque el arquetipo tiene en su polo opuesto al viejo sabio: el güegüenzin (güegue o viejo), que sabe de tradiciones y sabe cómo mantener la unidad de su identidad e identidad de su pueblo.

En la segunda parte del libro —dice Bolaños Davis— los nicas tienen el poder de crear “artefactos culturales” para unir y crear nuestra propia realidad.

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Detalle de la puesta en escena de la obra callejera El Güegüense. LA PRENSA/Archivo

Atlas Cultural de Nicaragua

Este libro además contiene la última parte titulada Atlas Cultural de Nicaragua (Esquema y notas), escrito a manera de extenso y acucioso “epílogo”, por el poeta Julio Valle Castillo, y expone datos “sobre la diversidad cultural” del país.

En relación con esta sección, Valle Castillo señaló que en nuestro país el Güegüense es un arquetipo de la sociedad nicaragüense y presenta dos lecturas criollas: una lo perfila como “truquero, mentiroso, fantasioso, teatrista que se hace el sordo y todo para descalificarlo; y la otra que es trabajador que viajaba de la Manquesa a México, y que es capaz de ser padre de un hijo que no es su hijo”.

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Por su lado Francisco Arellano Oviedo, presidente de la Academia Nicaragüense de la Lengua, dice en su prólogo que esta “obra persigue transformar los malos hábitos —incultura güegüense— en nuevos hábitos y actitudes de un Güegüense-sabio que permita el desarrollo integral y sostenido del país”.

Este estudio aparece en este contexto de crisis política “que nos amenaza en una nueva destrucción”, observa Arellano quien también insta leerlo porque se pueden descifrar causas que afligen al nicaragüense, para luego “desactivar el peligro” y poner en práctica la “transformación de la incultura en cultura”.

Alejandro Bolaños Davis

Realizó estudios de Humanidades en la Universidad de San Luis, Estados Unidos. Docente e investigador de temas sociales, políticos, pintor paisajista y consultor de procesos de cambio en el sector público y privado.

En 2005 diseñó el evento autoconvocado Por amor a Nicaragua. Autor de libros como el titulado Liderazgo generador para crear organizaciones de aprendizaje y transformación.

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