14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
El Estadio Nacional Dennis Martínez será el escenario de la serie de de beisbol de fogueo entre las selección de Nicaragua y Puerto Rico, que se jugará 15, 16 y 17 de marzo. LAPRENSA/ROBERTO FONSECA

El Estadio Nacional Dennis Martínez será el escenario de la serie de de beisbol de fogueo entre las selección de Nicaragua y Puerto Rico, que se jugará 15, 16 y 17 de marzo. LAPRENSA/ROBERTO FONSECA

Ni algarabía ni desbordes: Una final Dantos-Bóer con poca afluencia de fanáticos

Una final abrigada por el vacío. Más ruido de tambores que gargantas, más juegos en la pantalla que conversaciones en las tribunas

Una final abrigada por el vacío. Más ruido de tambores que gargantas, más juegos en la pantalla que conversaciones en las tribunas. ¿Pueden creer que todo está normal cuando hace dos años el público hacía largar filas por entrar en el viejo, sucio y desordenado coloso? Tan solo dos años atrás hubo un desborde capitalino abrumador  para ver a las dos maquinarias más poderosas de nuestro beisbol: Dantos-Bóer. Esta vez no ocurrió, unas 4,500 personas ocupaban el espacio destinado para las 15,000 almas que alcanzan en el nuevo templo Dennis Martínez.

Nota relacionada: ¿Quién mejor en comparación hombre por hombre entre Dantos y Bóer?

Cuando faltaba un poco más de una hora para el arranque del encuentro eran escasos los revendedores sobre la calle ofreciendo el boleto, tampoco las colas eran sofocantes a pesar que la entrada principal permanecía cerrada y sin reparaciones cinco meses después del ataque perpetrado desde el Estadio Nacional hacia la Madre de Todas las Marchas, cuando el pueblo se defendía de las balas. No obstante, cuando el desafío comenzó y los  Dantos empezaron a marcar como si fueran una máquina registradora sin parar (nueve carreras en el segundo episodio), la fanaticada dantista se activó y le dio un poco de júbilo al entorno.

Loáisiga la atracción

Jonathan Loáisiga se robó el foco desde antes de la ceremonia inaugural. El muchacho de las Sierritas de Santo Domingo hizo su entrada a eso de las 5:20 de la tarde por la parte de las tribunas del jardín izquierdo, la gente lo buscada para una foto. “Tengo una foto con un Grandes Ligas”, comentó una aficionada llena de emoción. Los Indios del Bóer fueron los de la idea de presentar al mejor representante pinolero de este año en la Gran Carpa. Posteriormente, el joven se reencontró con muchos de sus compañeros y se notó que Sandy Moreno jr, fue el  más bromista con él. Saludó desde el carga bates al mánager de ambos conjuntos como si dijera: “Soy el mismo, no he cambiado, solo que ahora tengo una camisa de los Yanquis”.

 

Le recomendamos: Dantos, la kriptonita del Bóer: Revive las dos series finales entre ellos

A las 6:15 hizo su entrada al montículo para lanzar la primera bola. El receptor fue Álvaro Rubí y tras el disparo de Loáisiga se dio por concluida la ceremonia. “Me siento orgulloso, esta invitación significa ver a los muchachos y sé que para ellos es importante porque en mis tiempos nos venían a apoyar y ahora es mi turno de hacerlo”, indicó el big leaguer.

Sobre a quién elegía para ganar la final señaló: “No tengo favorito, los dos equipos son de Managua y que gane el mejor”, agregó el pelotero tras romper el fuego de la serie final.

Entrega de premios

También se realizó la entrega de premios a los jugadores más destacados de la temporada regular del Campeonato de Beisbol Superior.  Wuilliams Vásquez retiró su trofeo de MVP al colocarse según la Comisión del Beisbo por delante de Erasmo Reyes, ganador de 13 partidos sin derrotas y Juan Carlos Urbina líder de empujadas (52) y jonrones (14),  Fidencio Flores como primero en ponches (79), Ofilio Castro como monarca de los bateadores en promedio (.436) entre otros, siendo un poco peculiar la entrega a Wilfredo Pinner, el más destacado en el pitcheo con la menor efectividad (1.29). El pelotero costeño se presentó sin su uniforme de la Costa Caribe y hasta era confundido como un aficionado más.

Con todo y que el show debe continuar por los tantos peloteros que dependen de su salario en el beisbol, existió ese vacío incómodo de falta de ambiente real de una final, por esta vez el panorama en las tribunas no se ve alentador.

“No veo rostros conocidos”

A pesar que el precio más bajo para asistir al Estadio Nacional era de 30 córdobas algunas personas consultadas mencionaron que los precios estaban costosos. Cabe señalar que la grada del jardín derecho, la cual es la más barata y con asientos para 1,500 personas no estaba llena, sino a mitad de su capacidad.

Muchos vendedores estaban preocupados porque la inversión que hicieron para la serie final no se estaba moviendo. “Muchos fanáticos que siempre venían al estadio no se aparecieron en la semifinal. No veo rostro conocidos”, comentó un vendedor.

La barra boerista conocida como los locos del tambor estuvieron presente durante todo el desafío.

Deportes Bóer dantos archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí