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Varios proyectos quedarán a la espera, pues el Presupuesto 2019 será más restrictivo. LAPRENSA/ URIEL MOLINA/ ARCHIVO

Varios proyectos quedarán a la espera, pues el Presupuesto 2019 será más restrictivo. LAPRENSA/ URIEL MOLINA/ ARCHIVO

Régimen con poco dinero para gasto en el Presupuesto General de la República 2019

La reducida disponibilidad de dinero que sufre el Ejecutivo, no obstante, acrecienta el riesgo de que este opte por aumentar la deuda, que lo sacaría de su disciplina fiscal

Después de más de una década de aumentar el gasto público cada año en más de un dígito, la dictadura de Daniel Ortega tendrá menos dinero para aumentar el gasto en el Presupuesto General de la República 2019, cuyo proyecto deberá introducir a más tardar el 15 de octubre en la Asamblea Nacional.

La reducida disponibilidad de dinero que sufre el Ejecutivo, no obstante, acrecienta el riesgo de que este opte por aumentar la deuda, que lo sacaría de su disciplina fiscal. Así lo advirtieron economistas.

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Y es que el Presupuesto General de la República 2019 se verá impactado por la caída del Producto Interno Bruto (PIB) que pronostica el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La situación podría empeorar ante la dificultad de conseguir financiamiento de los organismos multilaterales.

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Sobre las finanzas públicas del régimen se cierne la posibilidad de que este año se concrete en Estados Unidos la aprobación de la Ley de Derechos Humanos y Anticorrupción de Nicaragua 2018, la cual ordena limitar a Ortega el acceso a préstamos en organismos multilaterales.

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Dos escenarios de aumentos limitados

El Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp) advierte que ante una contracción del 0.5 por ciento en la economía, los ingresos del Presupuesto 2019 apenas crecerían un 4 por ciento, contrario al aumento promedio del 14 por ciento entre el 2006 y 2017.

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Mientras que el presupuesto de gasto se elevará un 3 por ciento con respecto al presupuesto general modificado de este año. Esa tasa de incremento estará por debajo del 13 por ciento que en promedio se registró entre 2006 y 2017.

En caso que la economía logre crecer 1 por ciento, en lugar de caer, los ingresos presupuestarios podrían crecer un 4.7 por ciento y los gastos crecerían un 6.5 por ciento, calcula el Ieepp, aún por debajo de los robustos crecimientos vistos antes de este año.

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El Ieepp plantea, no obstante, que los escenarios antes descritos dependerán de la disciplina fiscal que el régimen quiera aplicar el próximo año. “Si todo se mantiene constante y el gobierno quisiera seguir con su disciplina fiscal, estas estimaciones se pueden cumplir”, dijo.

El 14 de agosto en la Asamblea Nacional se aprobó la reforma al Presupuesto General de la República, que implicó una reducción de los ingresos de hasta siete mil millones de córdobas y más de 5,900 millones de córdobas en los egresos.

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Con ello, el Presupuesto General de Ingresos de 2018 bajó de 84,196.9 millones de córdobas a 76,103.8 millones de córdobas. En tanto, el Presupuesto General de Egresos descendió de 87,125.7 millones a 81,213.2 millones de córdobas.

Basados en el contexto y tomando en cuenta que se espera que la crisis se prolongue, economistas plantean que en el Presupuesto 2019 habría menos ingresos fiscales que este año, lo que provocaría dificultades para financiar el presupuesto de gasto. Pero para tener una idea más completa sobre lo que podría suceder con el presupuesto, habría que incorporar las perspectivas de desembolso de recursos externos para financiar el programa de inversión pública.

El Banco Mundial admitió la semana pasada que no tiene planes de aprobación de nuevos préstamos para Nicaragua, dada la incertidumbre que ensombrece al país.

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La preocupación del Banco Mundial es de tal magnitud que ha redoblado esfuerzos de fiscalización para controlar el manejo y uso de los fondos que ha entregado al régimen, de manera que estos no se usen para otros fines para los cuales no han sido desembolsados o activos que hayan financiado.

Reservas
El Gobierno recurrió a un fondo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para afrontar los problemas de liquidez. LA PRENSA/ARCHIVO

Además el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aún no le aprueba a Nicaragua su estrategia país 2018-2022, que le permitiría obtener nuevas aprobaciones. En la estrategia anterior el BID le garantizó al país 245.4 millones de dólares en aprobación anuales y 190 millones de dólares en desembolsos por año.

Los organismos multilaterales son la principal fuente de financiamiento del programa de inversión pública, que cada año se plasma en el Presupuesto General.

Proyecciones negativas

Desde abril pasado, Nicaragua está inmersa en una crisis debido a múltiples protestas antigubernamentales que han dejado más de quinientos muertos, miles detenidos y cientos de procesados. Esta situación ha paralizado la economía, lo que provocó que el Banco Central de Nicaragua rebajara de 4.5 por ciento la meta de crecimiento para este año a 1 por ciento.

Sin embargo, el martes pasado el FMI dio a conocer que la economía de Nicaragua se contraerá un 4 por ciento este 2018 y un 1 por ciento en 2019.

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Por su parte, el BM proyecta que la economía se contraerá este año 3.8 por ciento y en 2019 caerá 0.5 por ciento.

El extitular del Banco Central de Nicaragua, Mario Arana, señaló que se tendrá que hacer un presupuesto balanceado y disciplinado, pero ante todo debe buscarse una solución al conflicto sociopolítico, pues de lo contrario la economía se va a deteriorar aún más.

Arana sostuvo que el gran problema es ¿quién va a financiar a Nicaragua? “Si hoy por hoy creo que no hay muchas opciones ni interna ni internacionalmente”, confió.

Economía dolarizada

Por otro lado, el otro problema que ve Arana es que se tiene una economía dolarizada “y por tanto no es como que podés recurrir a la emisión inorgánica (dinero sin respaldo) como en los ochenta, porque entonces vas a presionar tremendamente las reservas, todo eso implicaría un problema económico más complicado, entonces hay que readecuar los intereses como los gastos tanto en el presupuesto para el cierre de este año, como para el próximo basado en la nueva producción”.

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Arana explica que el próximo año la contracción económica será leve, obviamente si se asume bajo condiciones normales, pero si la crisis se intensifica los resultados serán peores.

“Creo que le estamos dando demasiada larga al asunto, hay que tomar una decisión temprano, no sé qué estamos esperando porque en realidad todo apunta a un mayor deterioro; está claro que el nivel de convulsión social de conflictividad que se alcanzó no permite regresar a la estabilidad sin una decisión política”, dijo.

El economista Luis Murillo expresa que por lo general en cada presupuesto, el Gobierno hacía una subestimación, pero para el próximo año las proyecciones deben ser más realistas para evitar cálculos en falso que luego descarrilen su gasto público.

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Murillo teme la caída el próximo año de los ingresos fiscales. “Entonces con la caída tributaria, la caída de la economía, el aumento del desempleo, la subejecución de algunos proyectos de infraestructura como producto del retiro de organismos financieros internacionales, para el próximo año el Gobierno va a querer aparentar normalidad con el presupuesto y así lo van a querer ajustar”, dijo Murillo.

Proyecciones de PIB 2018

Todas las proyecciones hasta el momento apuntan a una caída del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del 2018 y otros avizoran una caída también en el 2019. La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) proyecta una caída del 2.1 al 4 por ciento. La unidad de inteligencia de The Economist proyectó para este año una caída de 3.4 por ciento.

La agencia calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings prevé que este año habrá una contracción del 2 por ciento.

El FMI prevé una contracción del 4 por ciento en 2018. El Banco Mundial proyecta una caída del 3.8 por ciento. Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) cree que la economía crecerá un 0.5 por ciento.

Reforma 2018

La reforma presupuestaria 2018 fue la más drástica que el gobierno de Daniel Ortega aplicó durante sus once años de administración. El recorte, inclusive, es superior al ajuste que se hizo en 2009, cuando la economía de Nicaragua fue impactada por la crisis económica mundial, que hizo retroceder en 3.3 por ciento el Producto Interno Bruto (PIB). Ese año, la reforma al presupuesto contemplaba una merma de 3,798.3 millones de córdobas en ingresos y en egresos 1,429.2 millones.

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