El uso de perfiles falsos en las redes sociales, a través de los cuales los jóvenes son invitados a fiestas y citas, es la nueva modalidad utilizada por el orteguismo para capturar de forma arbitraria a quienes son sospechosos de participar en protestas en Nicaragua, alertó el asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas.
Cuevas llamó a los jóvenes a tener mayor cuidado cuando hagan uso de las redes sociales porque puede llevarles “a una trampa” para ser arrestados.
Uno de esos casos sucedió a Ronald Fernando Avilés Liebl, de 28 años, quien había desaparecido desde hace ocho días y el miércoles apareció en una audiencia en los tribunales de Managua. Su madre Rosa Angélica Liebl se enteró un día después y lo localizó en el Chipote.
La Fiscalía acusó a Avilés de secuestro extorsivo, robo agravado y de tortura. A su vez, según su madre, quien denunció el caso ante la CPDH, la Fiscalía pretende vincular a su hijo con los tranques que fueron levantados en mayo pasado en Carazo.
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Avilés salió de su casa el viernes antepasado luego que a través de las redes sociales lo contactó una mujer que lo invitó a una fiesta. Luego desapareció. La familia contactó por teléfono a la persona quien les dio varias versiones del paradero de Avilés y hasta llegó a decir que no recordaba el sitio de la fiesta.
Cuevas aseguró que una situación similar sucedió con un pariente de este, pero que no aceptó al desconfiar de la invitación. Además el funcionario de la CPDH dijo que ha conocido de forma extraoficial otros casos.
Cuevas explicó que Avilés había sido detenido en julio pasado, pero días después fue liberado, cuando presentaron un recurso de exhibición personal a su favor.
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El trabajo sucio
Los abogados de la CPDH, Pablo Cuevas y José Antonio López, aseguraron que cuentan con denuncias de empleados públicos que aseguran que fuera de horarios de trabajo los trasladan a otros sitios donde les designan “labores de redes”, como realizar perfiles falsos, para hostigar a jóvenes autoconvocados previamente identificados.
O en su lugar, manipular fotografías de víctimas que han subido a las redes sociales, tal es el caso del menor torturado por la Policía a quien con una jeringa le escribieron en el brazo las siglas FSLN, cambiada por la de Mara 19.