Álvaro Conrado, el primer niño asesinado durante las protestas en contra la dictadura de Daniel Ortega, ya tiene un monumento en su honor. Fue desvelado este domingo en el Colegio Loyola, Managua, donde él estudiaba.
Durante el homenaje estuvieron presente los padres del menor de 15 años, familiares, amigos y las autoridades escolares. Iván Méndez, entrenador de atletismo del colegio Loyola, mencionó que además del monumento, se inauguró una pista de salto largo que lleva el nombre de “Alvarito Conrado”, pues el sueño del niño también era ser un gran saltador.
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“Antes que Alvarito falleciera contaba que su deseo era ser un gran atleta, me lo pedía constantemente, hoy ese anhelo lo hacemos realidad de esta forma, Conrado siempre estará con nosotros”, manifestó Méndez.
“Me duele respirar”
Sobre la base del monumento del niño mártir de las protestas se lee la frase “Me duele respirar”, la última que dijo Conrado y que actualmente gritan muchos manifestantes durante las protestas.
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En una placa también fue plasmada una expresión que hizo el menor a sus compañeros de clases durante una conversación en un grupo de whatsaap: “Es que hay que jugarle a la vida… estoy vivo”.
Conrado fue asesinado de un disparo en la garganta el pasado 20 de abril, mientras repartía agua entre un grupo de manifestantes que se encontraban en la Catedral de Managua.