Horas después que el régimen de Daniel Ortega desató una cacería de ciudadanos que se manifestaban en Camino de Oriente, en Managua, el gobierno de Costa Rica hizo un llamado al cese inmediato de la represión y las detenciones arbitrarias contra quienes protestan.
Este llamado del vecino país del sur se une a los expresados por organismos internacionales que siguen de cerca la crisis sociopolítica, como son la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH).
“Las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias, la intimidación contra manifestantes, medios de comunicación, estudiantes, defensores de los derechos humanos y miembros de la Iglesia Católica son actos inadmisibles, que deben terminarse cuanto antes”, reza una publicación del gobierno costarricense, publicado este domingo 14 de octubre de 2018.
Asimismo en el escrito se deja claro el respaldo a lo indicado por la CIDH y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, sobre la criminalización de la protesta al declararlas ilegales, “situación que constituye una clara vulneración de los estándares internacionales que tutelan los derechos humanos”.
Costa Rica recuerda que crisis afecta a toda la región
A como lo ha expresado anteriormente el gobierno de Carlos Alvarado, en el pronunciamiento se señala que la crisis de Nicaragua afecta a toda la región centroamericana en los aspectos migratorios, sociales, económicos y humanitarios.
“Costa Rica reitera su convicción de que el diálogo comprometido y efectivo es el camino para generar el fortalecimiento de la democracia, la protección de los Derechos Humanos y respeto al Estado de Derecho, ante la crisis que atraviesa Nicaragua”, expresa el gobierno de la nación vecina.