Existieron dos sensaciones después del partido entre Nicaragua y Anguila: la corriente de los jugadores, todos contentos con el resultado y haber conseguido la victoria y la opinión del técnico Henry Duarte, quien estaba molesto, rascándose la cabeza buscando una explicación del por qué se desperdició la segunda parte cuando la pequeña isla estaba agotada. “Hay jugadores que no volverán”, sentenció un molesto técnico.
Y Duarte tenía una cara larga: “No estoy contento, aunque parezca mentira el resultado quedó todavía demasiado corto. Quiero más para la selección. Todos coinciden de que si hubo una selección que manejó el partido fue Nicaragua, pero no pudimos cerrar fuerte y eso tiene que molestar a cualquiera y si los jugadores salen contento se conforman con muy poco”, explicó un enérgico adiestrador, caracterizado por su temperamento firme y en ocasiones hasta excesivo.
Además agregó: “No tuvimos una idea clara (en la segunda parte), simplemente un rival que lo habían desgastado en la primera parte y estaba agotado en el segundo tiempo, cuando había que liquidarlo no lo hicimos y no me gusta. Quiero mucho mi trabajo y quería verlo en la segunda parte, eso me obliga a hacer modificaciones y creo que hay jugadores que no volverán a la selección”, concluyó el estratega.
Por su parte, Daniel Cadena fue el lado contrario de Duarte. “Hicimos una buena primera parte, marcamos seis goles y en la segunda parte se echaron atrás. Estaba el campo rápido y no definimos. Nos vamos contento porque debíamos ganar con muchos goles. Nosotros ganando los dos partidos que vienen podemos pasar y Haití es bueno pero iremos partido a partido demostrando de lo que somos capaces”, indicó el español nacionalizado nicaragüense, quien hizo un estupendo trabajo.
Cadena le dedicó el triunfo “a todo el pueblo que está sufriendo”, asimismo agradeció a los aficionados que se hicieron presente el domingo en Heredia.
Segunda victoria
La primera victoria de Nicaragua en la Liga de Naciones de la Concacaf fue contra San Vicente y Las Granadinas. Nicaragua visitó la casa del oponente para conseguir la victoria 2-0.
Ahora la Azul y Blanco espera jugar el 17 de noviembre en la siguiente fecha FIFA con uno de los más fuertes, Haití, al mismo rival que Juan Barrera desplomó en el Estadio Nacional. Los nicas aspiran a la Liga A y Copa de Oro.