El régimen de los dictadores de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, calificaron de injerencista e irrespetuoso al presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, quién este domingo mostró su preocupación sobre la jornada violenta que desencadenó la Policía Orteguista contra manifestantes en el sector de Camino de Oriente y llamó al Gobierno a detener la violencia contra los ciudadanos.
“Hago un llamado urgente al cese inmediato de la represión en Nicaragua. Las detenciones arbitrarias y la intimidación contra medios de comunicación, estudiantes, defensores de los derechos humanos y miembros de la Iglesia Católica son inaceptables”, expresó Alvarado en su cuenta de Twitter.
Profundamente preocupantes las detenciones de esta mañana en Nicaragua. La represión que está sufriendo el pueblo nicaragüense debe acabar.
— Carlos Alvarado Q. (@CarlosAlvQ) October 14, 2018
En repuesta, el régimen orteguista envió una carta de protesta al mandatario costarricense, en el que aseguraron que “ante las irrespetuosas e injerencistas declaraciones del Presidente Carlos Alvarado de Costa Rica, sobre asuntos internos de Nicaragua, expresa su desacuerdo y rechazo categórico, así como también rechazamos la interferencia pretenciosa e insolente del Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, publicados ambos este domingo 14 de octubre”.
En el comunicado, el régimen orteguista expresa que su gobierno “es respetuoso del Derecho Internacional y de todas las Convenciones y Estatutos que rigen las relaciones entre Gobiernos y Pueblos Soberanos”.
“El Gobierno de Nicaragua no interfiere en los asuntos internos de ningún país y no comenta ni pontifica sobre problemas de otras naciones o sobre las decisiones soberanas que los Estados toman en relación a sus problemas”, dijo el régimen en el comunicado.
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“El Gobierno de Nicaragua recuerda al Gobierno de Costa Rica que como Estados independientes nos debemos respeto y no injerencia. El Estado nicaragüense no es aficionado a enfrentamientos verbales o exhibicionismos mediáticos que otros utilizan como cortinas de humo con la pretensión de ocultar la profundidad y gravedad de problemas sociales o económicos propios”, respondió el orteguismo.
Asimismo, la dictadura de Ortega le recordó al Gobierno de Costa Rica que “nunca hemos interferido en sus dificultades o crisis, como la que todavía se vive en esa nación hermana luego de más de un mes de protestas, huelgas y denuncias de distintos sectores sobre represión y brutalidad policial que han producido heridos, muertos, pérdidas materiales y afectaciones serias a la economía costarricense”.
Alvarado, en otro de sus tuits, también llamó al régimen Ortega-Murillo a buscar soluciones a la crisis de Nicaragua a través de los caminos del diálogo y a la vez pidió a la comunidad internacional mediar en el conflicto que atraviesa Nicaragua desde el pasado 18 de abril, que ha ocasionado más de 500 muertos, miles de heridos, centenares de detenidos y miles que han huido al extranjero escapando de la represión.
“El diálogo social es el camino correcto para fortalecer la democracia y los derechos humanos. Por ello, solicito a la comunidad internacional su mediación para que Nicaragua se restablezcan las condiciones necesarias que permitan retomar el diálogo, suspendido por mucho tiempo”, pidió Alvarado.
Panamá también condena represión
El gobierno de Panamá también condenó la represión en Nicaragua y demandó al gobierno de Ortega poner en libertad a los detenidos este domingo.
“Detenciones a sociedad civil suscitadas en la mañana de hoy en Nicaragua, son inaceptables. Urge pronta liberación de los detenidos y cese a la violencia. Comunidad Internacional debe defender a Nicaragua en un esfuerzo de salida a la crisis”, dijo Isabel Saint Malo de Alvarado, vicepresidente y canciller de Panamá
FAD condena represión
El Frente Amplio por la Democracia (FAD) se sumó también a la condena por la represión orteguista este domingo en Camino de Oriente, en la que más de 30 personas resultaron detenidas por exigir libertad en Nicaragua.
El FAD reiteró que junto con las organizaciones y movimientos que forman parte de la Unidad Nacional Azul y Blanco “no daremos un paso atrás en la lucha que está dando el pueblo de Nicaragua por la Justicia y la Democracia. Continuaremos la movilización ciudadana hasta que todos juntos logremos liberar a Nicaragua de esta criminal dictadura”.