Una a una han salido las piedras en el camino para Félix “El Gemelo” Alvarado de cara a su combate titular para el 29 de octubre en Manila, Filipinas, contra Randy Petalcorin por el título de las 108 libras de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Lo último es su viaje hacia el país del local. Resulta que el muchacho, que ha peleado dos veces por el cetro absoluto y busca en su tercera oportunidad cumplir los sueños de infantes, tendrá que viajar este sábado y su vuelo está lleno de escalas, en síntesis, tardará 66 horas hasta llegar al destino final.
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Alvarado ya está en la categoría y la paciencia le será medida en la larga odisea de su viaje. A las 6:00 a.m. del sábado deberá estar en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino para partir a su primera parada: Costa Rica. Llegará a las 9:15 a San José y esperará hasta las 2:00 de la tarde cuando salga hacia Panamá y aterrice a las 4:50 p.m. Hay que hacer una pausa, aunque parezca increíble desperdiciará casi todo un día por estar en Panamá, mientras que en un vuelo normal tardaría unas dos horas o menos.
“Nos quieren desgastar y afectar. Los filipinos creen que eso les servirá para ser derrotado, pero estoy mentalmente firme y seguro de mi meta”, señaló El Gemelo. Y es que los boletos con el itinerario son enviados por los organizadores del combate, en otras palabras, los promotores de Randy Petalcorin.
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Alvarado saldrá a las 6:55 p.m. del mismo sábado de Panamá hacia Ámsterdam y arribará al país europeo el domingo 21 de octubre a las 12:20 del mediodía. Ahí nuevamente la paciencia estará en juego. Ocho largas horas tendrá por delante hasta que salga el vuelo para Taiwán (8:50 p.m.). Llegará al país asiático el día 22 a las 2:55 p.m. y dos horas después se enrumbará a Manila, hasta llegar a su destino a las 6:15 p.m. del lunes 22 y 66 horas entre vuelos y salas de esperas.
El Gemelo irá acompañado de su entrenador Luis Cortés, quien lo ha desarrollado en el boxeo, el representante de William Ramírez en Nicaragua, Pablo Osuna y el hombre del vendaje y heridas: Wilmer Hernández.