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CONTENIDO EXCLUSIVO.Los años de despilfarros y malos manejos del dinero de los cotizantes están provocando que las débiles finanzas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) no se puedan oxigenar ni con recursos de su propia cartera de inversión, porque estos, en lugar de generar mayores ganancias, apuntan a un declive sin precedente en los ingresos por rendimientos en 2019.
El próximo año el INSS espera captar por rendimiento de la cartera de inversión apenas 86.6 millones de córdobas, un nivel no visto desde que el régimen de Daniel Ortega tomó las riendas del instituto en 2007 tras su llegada al poder.
Entre 2007 y 2017 la cartera de inversiones le generaba al INSS ingresos entre 752.7 millones de córdobas y 1,392.7 millones de córdobas, muy por encima de lo que se espera el próximo año cuyos ingresos no superarán ni los cien millones de córdobas, revelan las cifras oficiales.
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El hundimiento de las ganancias que dejan los proyectos o carteras en los que invierte el INSS coincide con la advertencia que en julio de 2017 le hizo el Fondo Monetario Internacional al régimen, de que urgía reglamentar el uso de los fondos de reserva del instituto, dado a que estos se estaban destinando a inversiones riesgosas y de bajo rendimiento, que cada año apuntaban a menores ganancias para el instituto.
El próximo año los negocios en los que invierte el INSS generarán ganancias 61.35 por ciento inferior a los 224.1 millones de córdobas estimados para este año y 83 por ciento menor a los 500.1 millones de córdobas en 2017.
“Ha habido una inversión significativa en el desarrollo de bienes raíces que no parece estar conectada con la naturaleza de las operaciones del INSS ni con las del fondo de reserva”, señala el Fondo en su reporte completo sobre la Consulta del Artículo IV de 2017.
Según el FMI, al menos 141.3 millones de dólares han salido de las arcas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social en préstamos para financiar principalmente la construcción de edificios y viviendas a tasas de interés subsidiadas. Otros 149.5 millones de dólares han sido invertidos en participación accionaria en clínicas y hospitales para prestar atención a afiliados en busca, según el FMI, de reducir costos.
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“Es posible que, además que las inversiones en préstamos para construcción y participación accionaria hayan dejado rendimientos pobres o negativos, el propio fondo de reserva se haya agotado, porque tuvieron que liquidarse todos los activos líquidos para financiar el déficit”, explicó uno de los economistas consultados por este Diario.
La cartera de inversión del INSS está distribuida en préstamos para proyectos, depósitos bancarios, compra de títulos valores del sector público, participaciones accionarias en empresas, entre otros.
Lo que los economistas temen también es que, ante el creciente déficit del INSS, las autoridades hayan decidido liquidar lo que se invierte en depósitos y títulos, y por tanto, esperan menos ingresos por rendimientos en 2019.
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En los últimos diez años, LA PRENSA y otros medios de comunicación han destapado negocios oscuros que se han financiado con recursos de los cotizantes bajo la responsabilidad de la junta directiva del INSS, presidida por Roberto López, transacciones que han carecido de transparencia.
Las investigaciones periodísticas han demostrado que el INSS ha beneficiado con dinero de los cotizantes a empresas privadas ligadas al Gobierno y a personajes e instituciones afines al partido de gobierno, Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Que los ingresos por inversiones se desplomen de quinientos millones de córdobas en 2016, a 86 millones en el 2019, es la comprobación palpable de la irresponsabilidad con que se gestionaron, y se siguen gestionando, lo que debería ser la plataforma de solidez y solvencia del patrimonio de la seguridad social”, afirmó el economista Enrique Sáenz.
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El analista señala que en una empresa normal solo con que se estanquen los ingresos provenientes de las inversiones es motivo de despido o renuncia de quien gerencia la misma. “Que se produzca un desplome de esa magnitud en los rendimientos de las inversiones (del INSS), y no pase nada, únicamente confirma la francachela gestión mafiosa del régimen con los recursos de los afiliados al INSS”, sentenció.
El INSS es un enfermo de gravedad
El problema es que al INSS le urgen los recursos provenientes de sus reservas, que deberían estar generando ganancias sustanciales. Su situación es semejante a un enfermo en estado de coma, cuya vida pende de una máquina.
Las últimas proyecciones del régimen sobre la evolución del déficit hace temer a los economistas que la próxima reforma, pensada para 2019, sea más draconiana (excesivamente severa) que la que se planteó en abril pasado, que aumentaba la tasa de cotización a empresas y trabajadores, achicaba las futuras pensiones, imponía un cobro del 5 por ciento a las pensiones y eliminaba el salario máximo cotizable, pero no tocaba ni aspectos administrativos ni cambios en el manejo de los fondos de reserva.
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Ante el fracaso de dicha reforma, que desembocó en una crisis sociopolítica que le ha costado la vida a más de trescientos nicaragüenses por la represión del Gobierno, el régimen prevé que el INSS cierre este año con un déficit de 5,674.7 millones de córdobas y para el próximo año escalará a 8,771.8 millones de córdobas. Esto es explosivo si se compara con el primer año cuando el instituto cerró en negativo, en 2013 (-201.1 millones de córdobas).
En 2013, el Gobierno con el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) pactaron una reforma, que los economistas advirtieron que no sacaría al INSS del atolladero, una alerta que fue minimizada por los propios empresarios, que ahora reclaman cambios administrativos del INSS, lo que incluye la salida del propio Roberto López. A la falta de transparencia se suman los altos gastos administrativos de la institución.
Casos de corrupción
Entre los préstamos irregulares entregados por el INSS figura uno en 2008 de 1.2 millones de dólares que se dio a Tecnosa, del tesorero del FSLN Francisco López, para construir las viviendas del proyecto El Pueblo Presidente, que luego vendió Caruna a partidarios del Gobierno.
También el INSS, violentando su propia ley, entregó préstamos irregulares por un monto que supera los de 18 millones de dólares para financiar condominios de lujo. Algunos de ellos son Edificio del Norte, San Sebastián, Veredas y Pinares de Santo Domingo. En algunos de estos proyectos estuvo ligado un directivo de Bancorp, conocido también como el banco de Albanisa, pero también abogados corporativos y ejecutivos del grupo Multicentro Las Américas.
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El INSS también financió junto con Rusia la construcción de la fábrica de vacunas Mechnikov, en la que aportó 7.3 millones de dólares. Con recursos de ese proyecto fue organizada una fiesta lujosa en honor a Laureano Ortega, hijo del dictador.