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Daniel Ortega y Rosario Murillo durante el acto de conmemoración de los 40 años del Asalto al Palacio Nacional. LA PRENSA/AFP

La pareja dictatorial de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo. LA PRENSA/AFP

Los disparates de la dictadura orteguista en seis meses de represión

Acusaron de asesinato a un joven que estaba en coma, despidieron a una profesora por usar una camisa con la bandera nacional, han puesto tras las rejas a manifestantes por lanzar globos azul y blanco…

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El régimen orteguista en su afán por criminalizar la protesta ha llegado a niveles absurdos. Acusaron de asesinato a un joven que estaba en coma, condecoraron a la esposa falsa de un policía cuya familia acusa a la misma Policía Orteguista (PO) de matarlo, despidieron a una profesora por usar una camisa que llevaba la bandera azul y blanco, han puesto tras las rejas a manifestantes solo por lanzar globos azul y blanco…

Estas son los peores disparates cometidos por el régimen en los seis meses de protestas, donde los manifestantes exigen la salida del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo:

Acusan de asesinato a un joven que estaba en coma

La Policía Orteguista vinculó al homicidio del estadounidense Sixto Henry Vera a Ezquiel Leiva, un muchacho de 26 años, que se encontraba en estado de coma en la sala del hospital Salud Integral, cuando Vera fue asesinado en la pista de Rubenia el pasado 2 de junio.

Dos días antes del asesinato de Vera, Leiva había sido hospitalizado tras ser herido de bala en el costado izquierdo, cerca de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) cuando protestaba contra el régimen de Daniel Ortega el 28 de mayo.

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Su padre, Gamaliel Leiva, aseguró a LA PRENSA que los señalamientos en su contra carecían de sentido, pues “si una persona está hospitalizada en cama, está quieto”. Días antes, la PO también había señalado a Leiva de pertenecer a una banda criminal que operaba en Managua.

Leiva finalmente murió el 17 de septiembre, tras permanecer tres meses y 19 días hospitalizado. Su salud, asegura su padre, se fue deteriorando con el tiempo, pues era alimentado a través de sondas y sufrió desnutrición. “Después se inflamó (…) se le pegó como un coágulo de sangre, eso dio como una trombosis”, dijo.


¿Un robo cometido desde El Chipote?

Guillermo Sobalvarro Oporta y Albert Einstein Monroe estaban en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocidas como El Chipote, cuando, según la Fiscalía, forzaron la entrada de la vivienda del comisionado Juan Valle Valle, jefe de tránsito de Managua y se robaron varios muebles y enseres.

El robo, según la acusación, ocurrió el pasado 17 de junio en el barrio Villa Progreso, en Managua, sin embargo, Maritza Oporta, la madre de Sobalvarro, había denunciado el secuestro de su hijo dos días antes a manos de paramilitares.

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En su momento, los vecinos del comisionado Valle Valle aseguraron que no hubo ningún robo, porque la vivienda estaba encadenada y tenía cámaras de seguridad, es decir, que estaba altamente resguardada.

Las pruebas presentadas en el proceso no demostraron culpabilidad de Sobalvarro y Monroe. La juez Nancy Aguirre, titular del Juzgado Décimo Distrito Penal de Juicio de Managua, los declaró a ambos no culpables el pasado 9 de octubre.


Régimen condecora a una esposa falsa

En la imagen aparece la falsa esposa del policía asesinado durante las protestas. LA PRENSA/TOMADA DE EL 19 DIGITAL

El dictador Daniel Ortega armó todo un show. El pasado 10 de septiembre, durante la ceremonia de fundación de la Policía, llamó a una mujer a la tarima para entregarle una condecoración póstuma por el asesinato de su marido, el oficial Faber Antonio López, quien fue asesinado el 8 de julio en Diriamba, Carazo.

La mujer era Edith Valle Hernández. Luego se supo que era una impostora, no era la esposa de López. Así lo denunció la madre del policía asesinado, Fátima Vivas, quien ha señalado a la Policía Orteguista de asesinar a su hijo.

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La madre del policía dijo que la esposa era Leyvi Fernanda Cruz, originaria de San Tomás, Chontales y denunció que Valle era una oficial de El Rama, la misma con la que se había comunicado para saber sobre el paradero de su hijo, luego de que este no le respondiera las llamadas.

Según Vivas, previo oficiales de la Policía Orteguista (PO) habían buscado a su nuera y le dijeron “que el jefe de la Policía quería hablar con ella y que le iban a dar una gran ayuda, y que la querían en Managua, que fuera a recibir los grados de mi hijo y el ascenso en honor”, pero esta no fue.

El policía asesinado, según su mamá, había solicitado a la PO su baja el 7 de septiembre, un día antes de su muerte, pues se negaba a reprimir a los nicaragüenses que se manifestaban contra el régimen. Su cuerpo apareció en Medicina Legal con un disparo en la frente.


Los médicos y maestros “irrespetuosos” del régimen

Decenas de médicos y maestros han sido despedidos en los últimos meses en los departamentos del país por negarse a apoyar al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y por unirse a la lucha cívica.


La operación chimbomba

Globos azul y blanco, con mensajes contra la dictadura orteguistas, amanecieron en las calles de Bluefields, en el Caribe sur. LA PRENSA/CORTESÍA

Una de las misiones más ridículas de la Policía Orteguista (PO), trabajadores públicos y simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el mes de septiembre fue reventar las chimbombas de color azul y blanco que fueron lanzadas a las calles como forma de protesta.

Las fotografías y videos difundidos en las redes sociales los mostraban a bordo de motocicletas, camionetas y a pie realizando la tarea. En uno de los casos un motorizado se resbaló cuando se dirigía, junto a otros, a reventar los globos. En otro, un policía se quejaba de la cantidad de globos que habían en las calles, según denunció un poblador del barrio Sandino, en Jinotega.

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La iniciativa de lanzar globos surgió en el municipio de Catarina, en Masaya, y se replicó en los departamentos del país. Al menos 12 personas fueron detenidas por sumarse a esta forma de protesta contra el régimen.


La madre falsa de un joven asesinado en Ciudad Sandino

En mayo, los medios oficialistas reproducían el video de una mujer, que aparecía con la foto Carlos Bonilla, de 17 años, decía que era su hijo y que estaba vivo. La imagen era de un reportaje publicado por el diario LA PRENSA que contaba la historia de los asesinados por el régimen durante las protestas. Los medios del régimen aseguraban que había habido “manipulación”.

Todo era mentira. Carlos Bonilla sí estaba muerto. Había sido asesinado de un tiro el 20 de abril en Ciudad Sandino cuando iba se dirigía al ensayo de un banda rítmica y la Policía Orteguista junto a paramilitares reprimían a un grupo de manifestantes. Y la mujer de ese video no era su madre.

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Tras ver ese video, los verdaderos padres, Idalia López y Franklin Bonilla acudieron al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) a desmentir a la mujer. “Salió una mamá falsa diciendo que ella era la mamá de Carlos pero que le habían cambiado el nombre, es algo absurdo, con la foto de mi hijo, dañando la integridad y la memoria de mi hijo”, dijo en ese momento el padre de Bonilla.


Detenida por lanzar chimbombas azul y blanco

Oziris Castro Matamoros fue detenida por la Policía de Matagalpa. LA PRENSA/CORTESÍA

La Policía Orteguista (PO) detuvo a Oziris Castro Matamoros el pasado 14 de septiembre. Estaba en la casa de un amigo en Matagalpa cuando se la llevaron. ¿La razón? Haber lanzado chimbombas de color azul y blanco en las calles de la ciudad como forma de protesta contra el régimen orteguista.

Castro estaba reunida con varios amigos en esa casa cuando llegó un policía vestido de civil a preguntarles qué hacían. Ellos respondieron que en una reunión, según el relato de un miembro del Movimiento Cívico 19 de Abril (MC19). “El oficial les tomó datos a todos y se la llevó a ella detenida”, dijo.

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La madrugada del 14 de septiembre miembros del MC19 lanzaron en distintos puntos de Matagalpa los globos azul y blanco.

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