La Maquinaria Roja lo volvió a hacer contra el Bóer. Los Dantos vencieron 11-0 a la tribu en el quinto juego de la Serie Final, con una enorme presentación monticular de Gustavo Martínez, antes de un cierre enfurecido de la artillería, y por sexta vez llegan a la cima de la montaña, como campeones del beisbol nicaragüense, al ganar la serie cuatro juegos a uno.
Los Dantos son la criptonita del Bóer, al doblegarlos por tercera vez en series finales: 1987, 2016 y 2018. Además, la Maquinaria Roja se coronó en 1985 frente a Granada, 1988 ante la Costa y 1991 contra Chinandega. Sus seis títulos solo lo dejan detrás de León (12) y Bóer (10).
Gustavo silenció por completo a la llamada mejor ofensiva del torneo, con labor de 6.2 entradas de tres hits, ninguna carrera, una base, dos golpes y cuatro ponches. Jabier Herrera siguió con 1.1 episodios en blanco, en una fresca tarde noche en el Estadio Nacional Dennis Martínez, en donde los fanáticos de los Dantos hicieron más presencia que los de la tribu.
Fidencio Flores no fue la respuesta a las plegarias del mánager Ronald Tiffer y los Dantos se fueron encima en la segunda entrada con una carrera por una línea brutal de Ronald Garth a lo profundo del jardín central, para un triple que remolcó a Jilton Calderón.
Dos más en el segundo, cuando el infield de la tribu se descompuso, explotaron a Fidencio e hicieron crecerse a Gustavo.
El 3-0 no sufrió alteración hasta que en el séptimo anotó Omar Mendoza y la Maquinaria Roja le sentenció el partido con un racimo de siete carreras en el noveno, provocando la celebración anticipada de la Barra Roja.
En ese noveno inning, los Dantos dispararon siete hits, incluyendo dos de Campbell, más un triple limpia bases de Omar Mendoza como batazos más sobresalientes, para totalizar 14 cohetes en el juego.
Y para no dar la mínima tregua, el mánager Antonio “Boricua” Jiménez mandó a Bucardo, su “as”, en busca de los tres outs finales. Para el “Boricua” fue su primera final como estratega y debutó con un título.
El Bóer tuvo la mejor ofensiva a lo largo de toda la temporada, pero en esta final la pólvora se mojó. En cambio, los Dantos siguieron tronando y con los abridores Jorge Bucardo y Gustavo Martínez ganando dos juegos cada uno, demostraron que de verdad tienen la medida de sus rivales deportivos capitalinos.