La universitaria María Alejandra Castillo García, de 19 años, fue puesta en libertad la tarde de este sábado después sufrir un aborto en las celdas de El Chipote, donde se encontraba recluida desde el pasado 23 de septiembre, confirmaron familiares de la joven.
Jorge Castillo, papá de la estudiante, aseguró que el estado de salud de su hija es estable y se encuentra recuperándose satisfactoriamente en el hospital Bertha Calderón, en Managua, después que sufrió 23 días continuos de sangrado en las celdas de El Chipote, sin recibir ningún tipo de atención médica.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) tuvo conocimiento del caso el pasado viernes gracias a una de las madres que permanecen en los portones de El Chipote. “Me llamo Alejandra Castillo, me llevan al Bertha Calderón”, gritó la universitaria al salir del centro de detención, con el fin de que los presentes escucharan y divulgaran la información.
El Cenidh, además de comunicarse con el papá de la joven, al momento que recibió la denuncia también contactó al Mecanismo de Seguimiento Especial para Nicaragua (Meseni) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CID) y a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), para dar a conocer el riesgo que corría la salud de María Alejandra al no recibir atención médica, detalló Braulio Abarca, el abogado del Cenidh que le ha dado seguimiento al caso.
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CENIDH se une al regocijo del pueblo de Nicaragua por la liberación de Ma Alejandra Castillo ayer por la tarde. El Cenidh acompaño a su papá Jorge Castillo en diversas gestiones demandando libertad x su delicado estado de salud. Hoy se encuentra libre y en recuperación pic.twitter.com/C6nTo9o0of
— Cenidh (@cenidh) 21 de octubre de 2018
Le realizaron un legrado
María Alejandra llegó al Bertha Calderón el viernes por la mañana. El diagnóstico fue un aborto incompleto, por lo que era necesario practicarle un legrado. “Ella no se dejó tocar (hacer el procedimiento), sin la presencia de un familiar, entonces se la llevaron (a El Chipote)”, explicó el papá de la universitaria.
Castillo agregó que su hija siempre estuvo custodiada por policías. En horas de la tarde del mismo viernes, por gestiones y en compañía de su padre, la universitaria regresó al hospital y le realizaron el legrado. Desde entonces permanece hospitalizada en recuperación.
La tarde del sábado, María Alejandra recibió la noticia de que volvía a ser una ciudadana libre. Sin embargo, la carta oficial de su liberación la recibió su papá hasta las 9:00 de la noche en Auxilio Judicial.
“Yo había recibido una llamada para decirme que la ‘compañera’ Rosario Murillo estaba estudiando el caso para ponerla en libertad. Entonces yo me fui todo el día (sábado) a El Chipote“, refirió Castillo. Posteriormente los oficiales que custodiaban a la joven en el hospital se retiraron.
Apresada
María Alejandra Castillo, estudiante del segundo año de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN Managua), fue detenida de forma arbitraria el 23 de septiembre en una casa de habitación en Carretera a Masaya.
La Policía Orteguista la vincula a los estudiantes que estuvieron atrincherados en la UNAN-Managua hasta el 13 de julio, cuando fueron atacados y la presentó ante medios oficialistas como terrorista. “Pero ella no tenía acusación en su contra”, dijo el papá. Castillo consideró que su hija fue puesta en libertad por el delicado estado de salud que está atravesando y la presión ejercida por el Cenidh y el Meseni.
La @CIDH toma nota con satisfacción de la liberación de María Alejandra Castillo y Francisco Jaime, luego de estar recluidos en grave estado de salud, y recuerda el deber de #Nicaragua de garantizar la vida e integridad, especialmente de los detenidos que padecen enfermedades.
— CIDH (@CIDH) 21 de octubre de 2018
Después de que María Alejandra fue llevada a El Chipote, transcurrieron dos semanas para poder recibir la visita de sus familiares. “Yo le pregunté si la habían torturado, si la habían maltratado. Ella me dijo: ‘No papá no me tocaron, no me golpearon'”, señaló el progenitor.
Cuando la universitaria fue capturada no estaba segura de su estado de embarazo. La preocupación inició cuando los sangrados no pararon.
Otras jóvenes que sufrieron aborto
Este se convierte en el tercer caso que registra el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos de jóvenes que abortan dentro del centro de torturas. A mediados de julio, una estudiante en Granada fue detenida por antimotines y parapoliciales y como resultado de los golpes que recibió sufrió un aborto.
Otro de los casos públicos fue el de la joven Elsa Valle, puesta en libertad después de haber permanecido en el penitenciario de mujeres “La Esperanza”, donde fue sometida a maltratos físicos y psicológicos, según denunció la joven ante organismos de derechos humanos nacionales e internacionales.