14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Susana López, madre del joven asesinado Gerald Vásquez. LA PRENSA/JADER FLORES

Madres de los asesinados por la represión en Nicaragua entre el dolor y la impunidad

Antes del 18 de abril, cuando inició la rebelión cívica contra Daniel Ortega, López vendía refrescos en un carretón, con lo que se ganaba la vida

Susana López, de Masaya, era la madre de Gerald Vásquez, el universitario de 20 años que recibió el viernes 13 de julio un disparo en la cabeza durante el ataque de paramilitares a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua).

Antes del 18 de abril, cuando inició la rebelión cívica contra Daniel Ortega, López vendía refrescos en un carretón, con lo que se ganaba la vida.

Lea además: Madres de Abril cancelan plantón por motivos de seguridad

Gerald, el mayor de sus cinco hijos, era quien le ayudaba. “Él me decía: ‘Yo te prometo que voy a terminar mis estudios, voy a ser un ingeniero y te voy a sacar adelante, para que no le trabajés a nadie’”, recuerda que le decía su hijo.

Sin embargo la historia del muchacho acabó abruptamente. Gerald falleció en la sacristía de la parroquia Jesús de la Divina Misericordia, adonde lo llevaron sus compañeros de lucha tras el ataque que los paramilitares hicieron a la universidad.

La represión orteguista

La represión sistemática de los últimos 180 días ha ido sumando centenares de muertos y con ellos a más madres sin hijos.

Abril es emblemático porque fue cuando comenzó la masacre, pero el sufrimiento ha seguido a medida que avanza el tiempo.

Puede leer más en: Madres de Abril declaran duelo permanente en Nicaragua

Unas setenta mujeres comparten su dolor en la Asociación Madres de Abril (AMA), creada oficialmente el 29 de septiembre pasado. Su consigna es “ama la verdad, ama la justicia, ama y no olvides”.

Para algunas de ellas no ha sido fácil poder sumarse al esfuerzo. La primera vez que este grupo se acercó a López, ella les dijo que no quería saber nada de organizaciones ni de periodistas. Estaba viviendo su duelo.

Dos semanas después, las madres regresaron y esta vez sí las quiso escuchar. Ahora López es vocal en la asociación cuyas siglas (AMA) describen también en un verbo lo que ellas sienten por sus hijos.

Puede leer más en: Madres de Abril exigen justicia y se declaran en duelo permanente

López puede hablar de Gerald; de aquellos días previos a su asesinato. Ella recuerda que su hijo estaba entregado a la causa de los estudiantes. No era el mismo: no dormía bien, tenía pesadillas y gritaba dormido.

“En los días que él estuvo conmigo me platicó que vio morir a muchos de sus amigos. En la noche era aquella desesperación, aquella angustia, se levantaba gritando: ‘No, no, corran, corran, ahí vienen, ahí vienen’. Fue tan dramático estar ahí (UNAN)”, relató López.

La madre dice que quiere terminar la lucha que su hijo comenzó y asegura que no descansará hasta ver a una “Nicaragua libre”.

Solo un caso investigado

AMA acoge el número de muertes registrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 325, de los cuales solo a un caso le abrieron un proceso judicial en el país.

Lea más en: Nunca más este abril: libro homenaje a los jóvenes que llevan sobre sus hombros la dignidad del pueblo

Se trata del periodista de Bluefields, Ángel Gahona, asesinado el 21 de abril mientras realizaba una transmisión en vivo de las protestas en esa ciudad ubicada en el Caribe Sur. Por la muerte de Gahona fueron acusados Brandon Lovo y Glen Slate, pero existen testigos que señalan a un policía por este asesinato. Esa es la razón por la cual consideran que el caso está en la impunidad.

El régimen de Ortega solo reconoce 199 muertos que identifica como policías y simpatizantes de su gobierno y que, según el Ejecutivo, fueron víctimas de un intento de golpe de Estado.

Le puede interesar: Suspenden por tercera vez juicio contra profesor de Ticuantepe

Las familias de Gahona y de Franco Valdivia, otro de los asesinados el 20 de abril, han sido las más entusiastas en la búsqueda de justicia y unidad con las otras familias.

Francys Valdivia, hermana de Franco, es la presidenta de AMA. Ella, junto con otras madres de abril, fue una de las primeras en realizar plantones en demanda de justicia. Se ubicó frente a la Fiscalía de Managua, adonde los casos fueron engavetados por falta de voluntad para hacer justicia.

Asesinado en Estelí

El hermano de Francys tenía 24 años al momento de su muerte. Era estudiante de Derecho y fue asesinado de un tiro en la cabeza frente a la Alcaldía de Estelí, el 20 de abril pasado.

Arelis Guevara, la secretaria de actas de la naciente asociación, dijo que después de agotar el proceso interno para demandar justicia en el país, han seguido con las denuncias ante organismos internacionales de defensa de derechos humanos.

Puede leer más en: Comisión Porras “criminaliza” a los ciudadanos por protestar y apunta a la Iglesia Católica

En su lucha también han denunciado en los medios de comunicación nacionales e internacionales a los autores de la masacre. “Todas tenemos que poner la denuncia ante las comisiones de derechos humanos y ante la Fiscalía, sabemos de que no nos van a resolver, porque ellos (el régimen de Ortega) no tiene ningún interés en investigar, pero tenemos que sentar un precedente, tenemos que mostrar que el Gobierno no tiene ningún propósito, ningún interés por aclarar las muertes”, lamenta Guevara.

Su hermano Edgar Guevara fue asesinado el 30 de mayo en el sector de los semáforos de Enel Central (Managua), cuando intentaba acercarse a una marcha por las Madres, que también fue atacada por policías y paramilitares.

Lea más en: Policía Orteguista exhibió como “delincuentes” a cuatro manifestantes de Matagalpa

Edgar quería constatar que sus dos hermanas y sus sobrinos, que andaban en la marcha, estaban bien. Sin embargo, resultó muerto. Como él, otros 17 personas fallecieron producto de impactos de bala en el pecho y la cabeza.

Quiere fuera al dictador

“No descansaremos hasta que este dictador salga del país”, agrega su hermana. Como ella, las otras mujeres quieren justicia.

Susana López también quiere aprender a bailar folclor. En especial la canción Vivirás Monimbó, del cantautor nicaragüense Carlos Mejía Godoy, la que hizo vibrar los corazones de los jóvenes que lucharon contra la dictadura de los Somoza.

La razón es sencilla. Gerald Vásquez, su cómplice perdido que le ayudaba con la venta de refrescos en el carretón, le dijo con claridad: “Mamá, todos vamos a bailar Vivirás Monimbó cuando caiga Daniel Ortega”.

Realizaron misa en Tipitapa

La Asociación Madres de Abril (AMA) realizó una misa en Tipitapa, al norte de la capital, en homenaje a las víctimas de la masacre.

En la parroquia de San José podían verse cortinas azul y blanco, los mismos colores de la Bandera de Nicaragua que se han vuelto subversivos para el régimen, porque son también símbolo de las protestas estudiantiles.

También había retratos de los fallecidos y hubo una misa con la participación de algunas de las integrantes de la asociación. Un significativo homenaje a los caídos.

La presidenta de AMA es Francys Valdivia y la vicepresidenta es Liseth Dávila, la mamá de Álvaro Conrado, el estudiante de secundaria de 15 años a quien el 20 de abril un francotirador le disparó en el cuello, cuando llevaba agua a los manifestantes en el sector de Metrocentro.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí