Ruth Escobar urgió este miércoles de las autoridades penitenciarias que trasladen a su hijo Heynard Baltodano Escobar, preso político de la dictadura, al Instituto de Medicina Legal (IML), para que sea revisado por un forense debido a que convulsionó 30 veces el pasado 8 de octubre.
Escobar denunció que conoció por otros compañeros de la Galería 16-1 de La Modelo, que ante la insistencia de ellos porque el muchacho fuese atendido, los funcionarios del penal lo que hicieron fue supuestamente inyectarle tres veces diazepam.
Sin embargo, esto no impidió que el muchacho continuara sufriendo convulsiones por lo que los otros presos políticos insistieron en llamar la atención de las autoridades del penal que lo atendieran.
Ante esto, los funcionarios se vieron obligados a sacar al joven de la galería y pese a su condición de salud, refirió Escobar, fue sacado esposado de pies y manos. Baltodano es uno de los procesados por el régimen junto a Edwin Carcache, pese a que ambos no se conocían.
Y pese a que Escobar asegura que su vástago nunca estuvo en los tranques, en la acusación, la Fiscalía al servicio de la dictadura le atribuye este hecho.
Según su progenitora, Baltodano fue arrestado el 9 de septiembre después de participar en la marcha de los globos, cuando se movilizaba en un bus de la ruta 117, aparentemente un pasajero que viajaba a la par suya en el mismo bus fue quien lo entregó a la Policía Orteguista.
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Luego de haber sido secuestrado el 9 de septiembre Baltodano fue conducido al Chipote donde permaneció detenido de forma ilegal durante doce días y donde según Escobar fue golpeado cuando cada día los policías lo sacaban a interrogar.
Escobar teme que las convulsiones sufridas por su hijo sea resultado del maltrato propinado durante su estadía en El Chipote.
El abogado Julio Montenegro de asesoría legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), sostuvo que en la mayoría de procesados que ellos han solicitado sean remitidos al IML, las autoridades penitenciarias no han cumplido con esta petición.