El turismo, el comercio y la construcción son los sectores de la economía que más han resentido la crisis sociopolítica que sufre el país, a causa de la represión que ha mantenido el régimen Ortega Murillo en contra de la población durante seis meses consecutivos, asegura Juan Sebastián Chamorro, quien advierte que ve como única salida el retorno al diálogo nacional y el cese de la militarización.
Chamorro integrante de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia observa que el sector turismo “básicamente ha desaparecido” y en esto ha incidido el hecho que el régimen mantiene paramilitares en las calles y las caravanas de policías.
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“Obviamente que ningún turista va a venir donde hay gente armada en cada semáforo del país, porque Managua está militarizada, de tal manera que ese es uno de los sectores que más se ha afectado”, apuntó Chamorro, quien señaló que igual sucede con el sector comercio que igual registra una enorme caída y el área de la construcción.
Sumado a esta situación dijo “nos ha caído la muy mala suerte” de los bajos precios del café en la parte de las exportaciones.
“Así es que realmente se han combinado una serie de factores económicos que nos está haciendo ver la crisis sociopolítica provocada por la represión, provocada por el gobierno que no quiere sentarse a la mesa del diálogo (…) y está generando ya pérdidas económicas”, dijo Chamorro, quien puso como ejemplo entre las repercusiones 350 mil personas despedidas de su trabajo y que solo al seguro social le ha costado también la desafiliación de más de cien mil personas, lo que agravará aún más la crisis del Seguro Social que estima tendrá un déficit posiblemente mayor a los 250 millones de dólares por año, en 2018 y 2019.
Daños de magnitudes históricas
“Estamos sometidos a un proceso donde la inversión se ha detenido y donde todavía estamos viendo una situación en la cual el sistema financiero para proteger sus reservas de iliquidez y hacer frente a los depósitos de los clientes está también restringiendo el crédito, ese va a ser un efecto que se va a ver el próximo año”, explicó Chamorro.
A su criterio, los daños a la economía “son de magnitudes históricas”, desde 1977 a 1978 , último año en la época de crecimiento de la economía nicaragüense en el período insurreccional contra la dictadura Somocista “no se había dado un derrumbe, un descalabro de las magnitudes que estamos viendo en este momento 2017-2018”, puesto que en 2017 hubo un crecimiento de casi un 5 por ciento y en 2018 será de un negativo del 4 por ciento y para el 2019 las proyecciones también son negativas.
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Estamos frente a una crisis
Es por ello, que dice Chamorro, le sorprende “el realismo” del Presupuesto General de la República, pues “refleja una verdadera catástrofe en orden económico que lo admite el mismo gobierno al decir que la economía va a caer en negativo cuatro punto en el 2018 y eso refleja que se les cae el argumento que aquí está todo normal, sino que aquí estamos frente a una crisis económica que se refleja también en las finanzas del gobierno, con una caída del 10 por ciento de sus ingresos fiscales, cosa que no había ocurrido desde que tenemos registros del Presupuesto General de la República, una caída del 10 por ciento y un ajuste en el gasto de inversiones públicas que no habíamos visto en los últimos treinta años”.
Destacó que en la ley de presupuesto 2019 “se insinúan dos cosas y creo que ha pasado un poco desapercibido en los medios de comunicación, se menciona de que se va hacer una reforma tributaria_ es decir o que van a subir impuestos o eliminar exoneraciones_, eso es lo que significa una reforma tributaria y una reforma al INSS, lo menciona en la exposición de motivos en la primera parte de la ley donde se anuncia que se va a tener que hacer una reforma al Seguro Social”.
Es de destacar que las fallidas reformas al INSS sirvió como detonante a la crisis el pasado 18 de abril.
Y a su criterio “veo muy difíciles las condiciones políticas, el capital político que pueda tener el gobierno para implementar una medida de este tipo”.
Diálogo única salida
Por tanto dijo, la solución a esta problemática de crisis económica, sumada 558 presos políticos privados de libertad injustamente y que ha causado el desplazamiento forzado de miles de nicaragüenses está en un diálogo, que actualmente está en suspenso por decisión del régimen. “Pero creemos que las condiciones se van a seguir deteriorando”, advirtió Chamorro tras aclarar que el diálogo nacional tiene que ser con las instancias u organizaciones que le brinden la legitimidad al mismo como la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la Conferencia Episcopal como mediadora y no descartó que se puedan otras inclusiones como por ejemplo garantes internacionales como el caso de la organización de Estados Americanos (OEA), Naciones Unidas (ONU) y el mismo Sistema de Integración Centroamericano (SICA).
“Estamos abiertos a cualquier tipo de garantes internacionales siempre y cuando se respete el balance y podamos tener una mezcla de garantes que puedan brindar buenas condiciones para el cumplimiento de los acuerdos potenciales que se puedan dar en un diálogo nacional, de tal manera que si el gobierno solicita que entre el SICA no tendríamos por qué oponernos, pero no puede ser un garante único”, apuntó.