Desde hace cinco meses —en las primeras semanas de la represión— los camiones de la Alcaldía de Managua dejaron de recoger la basura acumulada en la Catedral de Managua, cuando normalmente recolectaban hasta tres contenedores por semana, según explicó la hermana Arely Guzmán, administradora de ese templo católico.
“Ellos venían con los camiones y se la llevaban, como (aquí) la basura es cualquier cantidad porque los predios se tratan de manejar lo más limpio posible… y como viene cualquier cantidad de personas siempre botan basura, pero ya hace cinco meses que no están viniendo a retirar la basura. ¿Por qué? No sabemos”, señaló la religiosa.
Ante la ineficiencia de las autoridades municipales y para evitar un foco de infecciones en el centro de Managua, la administración de la Catedral Metropolitana decidió ir quemando paulatinamente la basura acumulada en un contenedor de concreto que construyeron dos años atrás.
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“Nosotros no tenemos capacidad de estar botando y botando basura, para eso están ellos, ese el trabajo de la alcaldía, venir a recoger la basura y más a estos lugares donde siempre hay afluencia de gente. Nosotros como administración lo que tratamos de hacer es recoger en ese contenedor e ir quemando poco a poco”, agregó Guzmán.
“Incluso durante el primer mes de protestas que se miraba basura por toda Managua, nosotros dijimos ‘andan en sus cosas y por eso no recogen la basura’, después miramos que comenzaron a recoger la basura en otros lados, pero aquí no regresaron más”, continuó Guzmán.
Esta es una de las formas que el régimen ha orquestado para castigar a la Iglesia católica, antes los fanáticos del orteguismo realizaron pintas en la Catedral. Además en la última reforma al Presupuesto General de la República 2018 la dictadura canceló todas las subvenciones a los templos.
