Feminista y una de las voces más críticas del régimen de Ortega. Sofía Isabel Montenegro Alarcón es originaria de Ciudad Darío, Matagalpa. Confiesa que sabe poco de números, la pone nerviosa la multitud y la parte que más le gusta de su cuerpo es su cabeza, que está “bien amueblada”.
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Una edad para quedarse. ¿Cuál sería?
En el borde de los 50.
Si fuera un producto, ¿cuál sería su eslogan?
“Si no le gusta, no lo compre”.
Si dirigiera una película, ¿a qué género pertenecería?
Un thriller (suspenso, misterio).
¿Qué quería ser de adulta cuando era niña?
Grumete (aprendiz) en un barco.
¿Cuál era su juguete preferido de pequeña?
Una muñeca bizca.
¿Su serie de dibujos animados favorita?
El Coyote y el Correcaminos.
Si le dijesen que es inmortal y que ninguno de sus actos va a ser castigado,¿qué sería lo primero que haría?
Pondría una bomba en El Carmen.
¿Sin cuál de los cinco sentidos podría vivir?
Eligiría ser sorda.
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¿Qué parte de su cuerpo le gusta más?
Mi cabeza, porque está bien amueblada.
¿Qué animal le gustaría ser y por qué?
Un perro, porque se la pasan durmiendo.
¿De qué tipo de publicación sería portada?
En una de humor.
¿Qué canción odia, pero se sabe de memoria?
El ZeKeda.
¿Qué es lo que la pone más nerviosa?
La multitud.
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¿Cómo sería un día perfecto para usted?
El de la celebración nacional de la libertad.
¿Cuál es el tema sobre el que le avergüenza saber poco?
De números.
¿La caída más graciosa que ha tenido?
Cuando me caí de una escalinata en un lugar público y quedé
con el trasero hacia arriba y la falda en mi cabeza; me reí mucho.
Su refrán favorito.
Al mal tiempo, buena cara.
El último libro que leyó.
El Preso 198, de Fabián Medina.