Si bien la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) insiste en que debe retomarse el Diálogo Nacional para que se encuentre la salida pacífica a la crisis sociopolítica que hoy llega a 195 días, monseñor Abelardo Mata criticó que el dictador Daniel Ortega no quiere un diálogo transparente y amplio, sino imponerlo “a su medida”.
Además adelantó a LA PRENSA que en la tercera semana de noviembre la CEN dará a conocer un mensaje pastoral sobre la situación del país y lo que se ha vivido desde abril de este año, cuando estalló la crisis.
“Nosotros por reflejo decimos que Ortega no quiere (diálogo) o sí quiere, (pero) lo quiere a su medida, o sea un diálogo entre presos, buscando gente afín y que le defienda sus posiciones. Ciertamente no podemos sentarnos así, eso es abuso de autoridad y manosear al mismo pueblo al cual nosotros queremos defender”, afirmó Mata, portavoz de la CEN.
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El Diálogo Nacional que se instauró el pasado 16 de mayo y que tenía como fin solucionar la crisis sociopolítica de Nicaragua que inició en abril, fue suspendido un mes después ante la brutal represión del régimen orteguista contra las protestas cívicas que demandaban la salida del poder de Ortega y su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo.
Los obispos de la CEN, actuando como mediadores y testigos del Diálogo Nacional, plantearon a Ortega el adelanto de las elecciones para marzo de 2019. El dictador lo rechazó y acusó a los religiosos de “golpistas”.
A pesar de la campaña de desprestigio contra los obispos, el cardenal Leopoldo Brenes afirmó, en una entrevista con un diario italiano, que no desistirán en el diálogo y el adelantar las elecciones como opciones para lograr la pacificación del país.
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Según Brenes, en ese encuentro el papa Francisco les pidió “que no nos alejáramos del camino del diálogo”, pues “él considera que es la única vía de salida” a la crisis en el país producto de la represión.
Ampliar participantes
El obispo Mata explicó que en la CEN analizan que se amplíe la participación de más sectores dentro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, así como incluir a partidos políticos opositores.
“Hemos visto a sectores que han quedado marginados, por ejemplo, el mismo sector de la comunicación, el mismo sector de la empresa privada y no me refiero al Cosep sino a las mipymes, aunque habían unos representantes de parte del Gobierno, entonces habría la necesidad de ampliar un poco más a los interlocutores, eso lo hemos estado pensando a nivel de Conferencia Episcopal si se da la posibilidad de la reanudación del diálogo”, afirmó el miembro del Episcopado.
Fue masacre, no golpe de Estado
Un informe demoledor del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos le botó al régimen la mentira de que en Nicaragua hubo un intento de golpe de Estado, concluyendo que lo que ha habido en Nicaragua es una masacre contra la población civil.
Los organismos de derechos humanos internacionales y nacionales han documentado los más de cuatrocientos muertos, miles de heridos y cientos de presos políticos de la represión del régimen.
Prohibir las manifestaciones de los movimientos de autoconvocados y de las organizaciones de la sociedad civil ha sido parte de la criminalización de la Policía Orteguista (PO) a la exigencia de que la pareja dictatorial renuncie, se liberen a los presos políticos y hayan elecciones adelantadas.
Este es un desgobierno
A juicio del obispo Abelardo Mata, portavoz de la CEN, el dictador Daniel Ortega y su cúpula “es un desgobierno” que ante la falta de legitimidad nacional e internacional se quiere mantener en el poder con base en la violencia y la represión.
“Este no es un gobierno, es un desgobierno, es un grupo represor que ha tomado el poder y no tiene más criterios para gobernar que a través de la fuerza de la violencia. Este señor ha cometido tantos delitos, que él mismo se ha deslegitimado en el ejercicio del gobierno”, criticó Mata.
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Continúan amenazas
Monseñor Abelardo Mata denunció que continúan las amenazas de muerte contra su persona por parte de grupos orteguistas, por lo que ha tenido que limitar su labor pastoral.
“Todos los días recibo todo tipo de amenazas en mi celular, a través de redes sociales y llamadas telefónicas. Hasta ya me he acostumbrado a tantas amenazas”, dijo entre risas el jerarca católico.
Mata es uno de los obispos más críticos de Daniel Ortega, lo cual le ha hecho blanco de los ataques del régimen. El 15 de julio pasado, en Nindirí, paramilitares y turbas afines al gobierno atacaron con morteros el vehículo en el que se trasladaba Mata.
La campaña de odio hacia los religiosos por parte del régimen incluye que las turbas orteguistas han profanado templos y agredido física y verbalmente a sacerdotes, obispos y hasta el cardenal Leopoldo Brenes. Todos esos actos violentos han sido en presencia de la Policía Orteguista.